El fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, confirmó este lunes la existencia de una casa de torturas en un predio rural de San Vicente de Tagua Tagua, donde la semana pasada fueron hallados dos cuerpos, uno calcinado y otro descuartizado, al interior de una fosa séptica.
El hallazgo se produjo durante un operativo policial vinculado a una investigación por tráfico de drogas y presunta desgracia, que derivó en una serie de allanamientos en la zona.
El persecutor añadió que las diligencias en el sitio ya concluyeron: "Hemos podido verificar que no hay más cuerpos en el lugar, aunque no descartamos volver si surgen nuevos antecedentes".
Entre las hipótesis que maneja la Fiscalía se encuentra el control territorial de bandas criminales y la intimidación de la población local mediante torturas y homicidios.
Algunas de las víctimas, explicó Cubillos, podrían ser consumidores de drogas que mantenían deudas con el grupo delictual.
Según Cubillos, el grupo utilizaba métodos propios del crimen organizado, como la violencia extrema, el control territorial y el uso de armamento. "Infunden temor, mantienen a la población en silencio para evitar denuncias y operar con total sigilo", añadió.
Por ahora, hay cuatro personas detenidas, entre ellas dos ciudadanos venezolanos con antecedentes penales y una "carrera delictual prominente", según precisó la autoridad.
La investigación continúa bajo reserva mientras las policías especializadas realizan nuevas pericias en el marco del caso que ha conmocionado a la región de O’Higgins.