Un nuevo ataque contra la infraestructura de telemetría y automatización que permite controlar el caudal de agua en la principal obra de riego de la provincia de Biobío y parte de Malleco fue denunciado desde Canalistas Biobío Sur.
El hecho ocurrió la noche del martes, a eso de las 21:00 horas, cuando personal de vigilancia detectó una anomalía en la cámara instalada en el sector Manquicuel, en la comuna de Mulchén.
El delito quedó al descubierto luego de que un funcionario notificara que una de las cámaras instaladas en el lugar comenzó a entregar información errada.
Esta persona se constituyó en el lugar "y observó que la cámara fue desviada de su posición normal. Estos dispositivos están circunscritos, rodeados por una reja perimetral", relató el administrador el canal Biobío Sur de Mulchén, Claudio Rojas.
Antisociales rompieron la reja perimetral e ingresaron al sector donde se encontraba el equipamiento; en el lugar, trataron de botar algunos postes que, en la parte superior albergan paneles solares. Estos, a su vez, alimentan baterías que entregan energía a computadores que permiten esta acción a distancia, los que se encuentran en unos búnkers.
Fue el mismo trabajador que puso en alerta lo sucedido el que evitó que desconocidos pudieran sustraer los paneles solares y dejar la estación sin conexión.
Asimismo, agregó que personal se encuentra realizando los trabajos que permitan restituir el poste cortado, reponer la reja y reforzar la cámara. El costo de todas estas medidas fue avaluado por Rojas, en un monto cercano a los cinco millones de pesos.
"Lo peor es que esta situación ya es la décima vez que nos pasa en distintos puntos de esta red principal (en los últimos cuatro años). Nosotros hemos hecho las denuncias, hemos puesto querellas; en un momento se encontró a una persona y el juez determinó firma mensual y hasta ahí quedó todo", relató.
Para los Canalistas Biobío Sur este tipo de hechos se traducen en una situación altamente vulnerable, ya que estos proyectos se ejecutan con fondos que entrega el Ministerio de Agricultura, a través de la Ley 18.450 de Fomento de Riego.
"De tal manera que nosotros concursamos, obtenemos los subsidios y podemos desarrollar estas obras, que son de alto costo y que nos permiten hacer gestión hídrica y de seguridad hídrica", explicó Rojas.
Hechos delictuales como el ocurrido durante la noche del martes, también revisten un problema de envergadura: "Si eventualmente estas personas llegan a mover una de esas compuertas, en plena temporada de riego o no, podrían inundar vastos sectores, generando perjuicios inimaginables", afirmó el administrador el canal Biobío Sur de Mulchén, Claudio Rojas.
"NOS ENCONTRAMOS COMPLETAMENTE SOLOS"
Rojas explicó que él administra una obra de riego de las más importantes en la zona. En este contexto, sostuvo que riegan 40 mil hectáreas en la provincia de Biobío y Malleco, con mil 800 regantes.
"En nuestra columna vertebral, que es el canal matriz, tenemos en distintos puntos estaciones de medición, telemetría y automatización. Ello nos permite controlar y saber cuánto caudal va en ese punto y, además, mover compuertas, dependiendo del requerimiento que tengamos", explicó Rojas.
En este contexto, relató que -en estos momentos- el canal emplazado en el sector lleva 10 mil litros pero que en época normal el caudal aumenta a 20 mil litros por segundo. Por lo mismo, "cualquier descontrol del punto podría generar daños terribles", detalló el administrador.
Los constantes hechos delictuales de los cuales han sido víctimas derivaron en la adopción de una serie de medidas tendientes a prevenirlos; entre ellos, la instalación de cámaras y cercos, sumado a una persona que ejerce labores de vigilancia, todo con recursos propios.
De igual forma, recordó que estas organizaciones son sin fines de lucro que se financian con las cuotas que pagan los propios regantes, lo que genera un costo adicional para poder mantener el suministro de agua y cumplir con sus actividades agrícolas.
Asimismo, detalló que restituir estos equipos requiere de una alta inversión; "cada estación cuesta alrededor de cincuenta millones de pesos, entre los paneles, las baterías, los computadores, los búnkers y las rejas perimetrales. Entonces, eso es un alto costo y es de beneficio exclusivo de los mil 800 regantes para que puedan producir alimentos para toda la provincia y para todo Chile".
Rojas expresó que se sienten de brazos cruzados y que ya no saben a quién recurrir, ya que este tipo de hechos ha sido permanente.
