El pederasta fue identificado como Carlos Moreno Guajardo, quien cometió los delitos entre los años 2017 y 2019 en contra de dos menores de edad.
Personas encontraron su celular extraviado en el Cementerio de Chillán, teléfono que fue periciado por la Policía de Investigaciones, hallando así las pruebas incriminatorias por los registros grabados en el teléfono.
El fiscal Eduardo Planck indicó: “Los registros quedaron al descubierto cuando personas encontraron su teléfono extraviado, tras lo cual se desarrolló un trabajo investigativo para dar con el paradero del imputado y las víctimas, acreditando las pruebas ante la justicia”.
Tras esto, el Tribunal Oral en Lo Penal de Chillán sentenció a 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo por abusos sexuales reiterados, más 5 años y 1 día por producción de material pornográfico infantil, también reiterado, en contra de las dos niñas.