Camioneros locales urgen por mayor seguridad en carreteras

Cada noche o durante la madrugada, son muchos los conductores de camiones que se ven en la obligación de estacionarse a un costado de la carretera, o pasar las cinco horas de conducción continua establecidas por ley, al no hallar un lugar adecuado.

Esos trabajadores, ya fatigados, no tienen más alternativa que girar sus volantes hacia un costado y simplemente, estacionarse para dormir, hecho que los ha vuelto un blanco fácil para decenas de delincuentes, como se ha visto en los últimos días.

Actualmente se calcula que son unos 22 mil los camiones que, en promedio, están circulando en todo momento en las diferentes carreteras del país, y las zonas de descanso sólo tienen cupo para mil 700, lo que significa que más de 20 mil máquinas de carga se encuentran en viaje.

Con toda probabilidad, muchos conductores de estas últimas sobrepasaron las cinco horas de manejo continuo y deben cumplir sus dos horas de descanso. Pero, ¿dónde?, pregunta en un artículo de opinión, Diego Ramírez Toro, jefe de Comunicaciones de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile.

La región del Biobío no es ajena a la falta de áreas de descanso adecuadas y ello quedó en evidencia tras la llamada “Operación Penumbra” de PDI Chillán, que terminó con el desmantelamiento de una banda delictual, que tenía su centro de operaciones en Mulchén, donde un núcleo familiar, acopiaba, distribuía y vendía los artículos robados a los camioneros, con un total de 40 denuncias que son investigadas hasta ahora, en coordinación con la fiscal, Paulina Valdebenito, de la Unidad de Análisis Criminal de la Fiscalía Regional del Biobío.  

  

Tras el operativo policial, se logró determinar que al menos tres de los implicados en los hechos delictuales aprovechaban que los camioneros se estacionaban en las bermas, en sectores de descanso de la Ruta 5 o despoblados, donde abordaban violentamente a sus víctimas. Los hechos, afectaban principalmente a los transportistas que transitaban en la Ruta 5 Sur específicamente en el kilómetro 365 de la comuna de San Gregorio, San Carlos y hasta el kilómetro 445, que es el troncal del peaje Santa Clara.

Una vez cometidos los robos, la mercadería era trasladada a los domicilios de los imputados, ubicados en la calle Manuel Rodríguez en el recinto Estación al igual que en la villa La Granja.

LA VOZ DEL GREMIO

En la práctica, los conductores tienen escasos lugares donde descansar pero lo más grave, los existentes no tienen vigilancia policial ni privada, advierte Heriberto López Cárcamo, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos del Transporte terrestre y servicio Forestal.

“Las zonas de descanso que existen hoy en día, son mayoritariamente las que tienen las concesionarias, que no tienen vigilancia policial ni privada” expresó el dirigente gremial.

“Muchas veces a los transportistas no les gusta o no son de su preferencia esos lugares, porque no tienen servicios básicos o en algunas partes son deficientes para un conductor, que lleva 10 ó 12 horas en un camión y que requiere descansar para después seguir su ruta” evidenció.

Respecto de los espacios que disponen los servicentros, manifestó que resultan óptimos pero insuficientes para la creciente demanda que se presenta principalmente en las noches y de madrugada. “Los lugares de descanso momentáneo, que tienen las distribuidoras de combustibles son pequeños y no dan abasto para la cantidad de transportistas que pernoctan por las noches” mencionó, al tiempo que planteó no sólo la falta de lugares apropiados para el descanso sino que también la falta de coordinación con las policías y medidas reales de protección.

Para Heriberto López, el tema de la falta de seguridad en la carretera facilita la ocurrencia de hechos delictuales, entre ellos, los robos y violentos atracos a conductores de carga pesada. “Es una falta de vigilancia y coordinación entre las policías y los transportistas porque las buenas experiencias hay que irlas copiando”, valorando en tal sentido el trabajo entre las policías y la Federación, que agrupa a los  trabajadores del área forestal.

En tal sentido como una propuesta explicó que “habría que definir zona por zona, según sus particularidades” y evaluar también la situación de los transportistas de cargas o sustancias peligrosas, quienes no pueden cohabitar en un mismo espacio con otros camiones. “Algunas otras zonas, no están bien delimitadas. Sólo pueden estacionarse camiones con carga normal y los camiones, por ejemplo, de cargas o sustancias peligrosas, no pueden debido a una ordenanza del Ministerio de Transporte. No pueden cohabitar ambos sistemas de transporte" manifestó López, al insistir la necesidad lugares de descanso pero por sobre todo medidas efectivas de protección para enfrentar a las a las bandas organizadas que actúan no sólo en asaltos o “portonazos” sino también en contra del transporte por carretera.

LUGARES DE MAYOR PELIGROSIDAD

En la región existen lugares de mayor riesgo pero en ocasiones, dicen los transportistas, bastan sólo minutos para ser víctimas de un robo de carga. La simple acción de bajar de la cabina para comprar un reponedor café a orilla de la carretera, podría ser motivo suficiente para protagonizar un robo, aseguran los conductores junto con definir los lugares más críticos. Citan los accesos a Chillán por San Carlos y  Bulnes. También, antes de llegar al peaje Santa Clara, entre Ñuble y Biobío, y más al sur, en el acceso a Mulchén y Collipulli.

El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos del Transporte terrestre y servicio Forestal, Heriberto López puntualizó que en la carretera debe existir vigilancia policial permanente, asunto que está dispuesto a plantear a las autoridades de la provincia de Biobío, con quienes hasta ahora, no se ha reunido.

“Tal vez partir por la Gobernación Provincial para coordinar. Tal como lo hacíamos con el gobierno anterior porque antes teníamos un poco de planificación para prevenir lo que pudiera pasar” sostuvo el dirigente gremial de los trabajadores del transporte de carga en conversación con radio San Cristóbal.