Sala Gesell buscará evitar sobreexposición de menores al momento de declarar

Pese a que no se tiene una fecha exacta de cuándo debiese comenzar a funcionar, se espera que el segundo semestre de 2015 sea habilitada la sala Gesell en el Tribunal de Familia de Los Ángeles.

Se trata de “una dinámica que se está implementando a nivel país y que tiene por objeto ir mejorando las condiciones de acceso a una justicia en la cual se considera a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho”, explicó la presidenta y juez del Tribunal de Familia de Los Ángeles, Diana Eade.

Eade agregó que la consagración de ello se encuentra tanto en la legislación internacional como en el desarrollo de la reforma a los Tribunales de Familia chilenos.

Este nuevo sistema considera los elementos de tiempo, espacio físico, la calificación de los entrevistados respecto a los menores en su tránsito por la justicia de familia.

“Por este sistema se tienen que establecer estrategias de entrevistas que eviten la sobreexposición y se otorguen ambientes donde se pueda disminuir lo que se conoce como victimización secundaria de los niños, niñas y adolescentes de estos tribunales”, sostuvo la magistrada.

Esto, agregó Eade, en concordancia con lo que es un principio fundamental de la reforma de familia que es el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser oídos en los procesos judiciales.

Las salas Gesell tienen como objetivo, además, entregar información a los niños y adolescentes, establecer ambientes de intimidad y protección en la entrevista, establecer un lenguaje adecuado.

Esto es “que los niños puedan comprender el tenor de la entrevista y también reconocer y saber –específicamente- quiénes lo están entrevistando, qué rol cumple cada persona en este ambiente que -sin duda- para ellos es desconocido”, sostuvo la jueza.

Uno de los aspectos importantes, expresó, es acotar los tiempos de entrevistas y establecer un ambiente adecuado en términos de infraestructura, protegiendo los derechos de los niños y que ellos se sientan cómodos dentro de una situación que por sí provoca incomodidad.

Se trata de entrevistas son de alta complejidad que, actualmente, se realizan con la experiencia de los intervinientes y con las herramientas que la práctica les ha ido entregando.

En este contexto, “no ha habido una capacitación uniforme y adecuada con parámetros, a lo mejor, científicos respecto a lo que es un desarrollo de entrevista de niños”, expresó Eade.

SALA GESELL

La idea de implementar una sala Gesell en el Tribunal de Familia de Los Ángeles es alterar las conductas que puedan significarle al menor sentirse observado más allá de la cuenta o vulnerado en cuanto al número de personas que intervienen en una entrevista.

Ello conlleva dos áreas: una de observación y otra de entrevista. La sala, en sí misma, contiene estos dos espacios físicos.

“Tienen un diseño especial que es uniforme en todos los Tribunales, hay elementos de capacitación importantes que se están implementando para jueces, consejeros técnicos y las personas que generalmente vienen en las entrevistas de los niños, niñas y adolescentes”, agregó Eade.

En Los Ángeles, estas capacitaciones ya se iniciaron y se enmarcan en las que se están realizando a nivel país a través de la Academia Judicial y de la implementación que la Corte de Apelaciones, conjuntamente con la Corporación Administrativa del Poder Judicial.

Esta sala funcionará dependiendo de los requerimientos de los jueces; generalmente, son en las materias de cuidado personal, relación directa irregular, medidas de protección y adopciones, entre otras.

Su implementación será “una experiencia que traerá muchos beneficios a la coordinación de cumplir con el objetivo de que los niños, niñas y adolescentes de que puedan ser oídos pero de una forma adecuada”, expresó la magistrada.

Pese a que eso hoy se cumple, sostuvo, las condiciones no son las que quisieran, existiendo menores que ingresan a las salas de audiencia que –de por sí- es un ambiente no adecuado para ellos.

Las salas Gesell nacen a partir de brindar un espacio más amable y de mayor respeto a los niños, como un espacio donde existe respecto a los menores que deben participar en los procesos de familia.

“Necesitamos que los menores se sientan en un ambiente de confianza y no se sientan vulnerados”, puntualizó Eade.