Opinión

Dependencia emocional vs relación sana

luis rozas m,
luis rozas m / FUENTE:

Un recurrente motivo de consulta está ligado con el final de una relación de pareja que, muchas veces, más allá de ser un vínculo sano, alimentó un amor obsesivo y enfermo, de ese que puede lastimar en lo más profundo.

Convengamos que amar no es un acto simple, sino que más bien obedece a un proceso de crecimiento personal y conexión genuina con los demás. No se ama de un día para otro, sino que esta habilidad se desarrolla a lo largo de la vida.

Es difícil amar a otra persona si no existe el amor por uno mismo. Lo que llegue probablemente sea cualquier cosa, no así amor, lo cual puede conducir a una vinculación dependiente que se apodera del control remoto y que activa o desactiva nuestra felicidad.

Al amar desde la dependencia emocional, estamos mostrando una herida no sanada que viene de la infancia, en donde vivió un niño falto de reconocimiento o estimulación, con autoestima baja, inseguro, invisible en el hogar que, al no ser bien amado, no ve su propio valor y vive buscando atención y aprobación, por creer que así evita el abandono y se puede sentir mejor.

Crecemos buscando ese amor romántico de los cuentos infantiles y nos inculcamos la creencia de que el amor es sacrificio, que la pareja es la "media naranja" o que nunca seremos felices si no estamos vinculados amorosamente con alguien. Esos constructos sociales y mentales nos alejan del amor, acercándonos a una entrega absoluta y a depositar en manos de la pareja la llave maestra para estar bien o mal en lo sentimental, soportando excesos dañinos, motivado por un terror a la angustia que se atribuye erróneamente al estar solo.

Si no sabes cómo identificar el riesgo de dependencia emocional o un amor poco sano, pon atención a la aparición de las "red flags":

·         Anularte y buscar complacer a otros y no a ti mismo.

·         Idealizar a la pareja sin ver sus fallas, excesos o conducta tóxica.

·         Ser objeto de acciones que buscan la dominación del otro y administrar su vida social, amistades, familia, revisión de teléfono, redes sociales, etc.

·         Normalizar las faltas de respeto, la violencia verbal, física, psicológica o económica. Este acto anula la voluntad y autonomía.

·         Recibir un amor intermitente. Esa es la clásica trampa para lograr el control: cuando se detectan las carencias de amor y se busca activar la dependencia emocional.

Por todo lo anterior, sin ser un experto en amar, pero sí un constante aprendiz, quiero que recuerdes que el amor no es control enfermizo, es un pase liberado para ser tú. No te daña... te cuida; no te ahoga, te da aire; no vive envuelto en celos, confía. El amor es tolerar las diferencias y usarlas para complementarse y crecer juntos. El amor no es color de rosa, pero si es sincero te hará respirar con alegría y reconocer que los problemas son oportunidades disfrazadas de adversidad, hechas para ser superadas y crecer juntos, con paciencia, respeto, empatía y verdadero amor.

Para finalizar, te regalo las siguientes frases:

"Amar es elegir a tu pareja todos los días"; "el final es, en realidad, el principio de algo mejor"; "si sueltas a tiempo, tendrás las manos libres para recibir lo que viene"; "a veces perder es, en verdad, ganar"; "avanzar con dolor igual es avanzar, ya que un paso, aunque sea pequeño, es un paso al fin y al cabo" y "si tomas el tren equivocado, bájate en la primera estación, mientras más te demores, más caro será el valor del pasaje (no me refiero a trenes)".

¡Que tengas un maravilloso día!

Luis Rozas Mardones

Psicólogo

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