Opinión

Ser

Luis Rozas Mardones,
Luis Rozas Mardones / FUENTE:

Hoy quiero llevarte a un recorrido por lo cotidiano, en donde dejamos que nuestras palabras o nuestros actos tomen el control. Las primeras, son la declaración intrínseca que hacemos habitualmente, respecto de cómo decimos ser o comportarnos, es la manera en la cual otros se forman una idea, basada en la autorreferencia, es decir la imagen que queremos mostrar.

Pero muy diferente a eso son nuestros actos, que reflejan realmente como somos. En esa constante búsqueda por ser mejores padres, mejores trabajadores, mejores amigos, mejores hermanos etc., nos convertimos en victimarios o víctimas de nuestras acciones y realmente ello es lo que nos muestra tal cual como somos, sin adornos.

Por eso, cuando tú quieres mostrarte al mundo, sólo te puedo responder que eres lo que haces y esa es una verdad tan grande como el mismo cielo.

Eres las veces que cediste el asiento en el bus; también eres todas las ocasiones que pediste eso, incorporando un por favor y cerrándolo con un sincero gracias.

Eres el que cuida genuinamente a su mascota, el que acarició a un perro callejero, el que le dio alimento o que lo recibió como un hijo más en casa.

Eres el papel en desuso, que guardaste por mucho tiempo en el bolsillo, para arrojarlo al basurero más cercano; el que ayudó en silencio y sin publicidad al necesitado, sin dudarlo.

Eres el que con gesto amable, saludaste diciendo buenos días; el que se despidió exclamando que te vaya bien, el que dijo, llámame cuando llegues, eres ese que le pones el alma a lo que haces y transformas tus sueños en realidad.

Eres, ese que respeta la fila para comprar, el que espera su turno o que cede su puesto a una persona anciana o enferma; el que cuando otros quitan la mirada o se van, ayuda desinteresadamente.

Eres también las propinas que dejas, el que devolvió el vuelto de más en el negocio o el que cumplió la promesa que hizo en alguna ocasión, dibujando la confianza y la esperanza en otro.

Eres, el que cuando amó, lo hizo con el corazón, el que dio lo mejor de sí; el que fue y es bondadoso, el que sigue tratando bien, a pesar de que no sean iguales con él.

Eres el que reconoce el mérito y éxito ajeno; el que enseña o el que aprende, el que confía en su gente y se entrega; el entusiasta o el que llena de alegría el mundo ajeno.

Eres feliz, porque así lo decidiste. No eres lo que aparentas, ni menos lo que opinan los demás... eres y siempre serás el esclavo de tus actos. Siempre serás lo que haces, más que lo que dices; tus palabras se las puede llevar el viento, pero tus actos...sí, tus actos, te retratan de pies a cabeza y son el recuerdo que dejarás en quienes te conocieron o están contigo... piénsalo y ¡Que tengas un día maravilloso!

Luis Rozas Mardones, psicólogo.

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