El desafío Chile

Alejandro Vega C., Profesor Universidad SEK

por Alejandro Vega C., Profesor Universidad SEK 16 Abril 2021

Nuestro país está inmerso en un proceso de transformación sin precedentes en nuestra historia reciente, desde el año 2019 se viene redefiniendo nuestro pacto social post dictadura que ha marcado un antes y un después en la cotidianeidad de las chilenas y chilenos.

Dicho contexto se ha visto alterado producto de la pandemia, la cual nos mantiene sumergidos en una crisis sanitaria sin precedentes, lo que ha significado enfrentarnos a un desafío de proporciones. Ambos procesos se han traducido en una crisis social, económica y sanitaria donde el desempleo, motor del desarrollo, ha tendido a diluirse en su acceso y formalidad, generando un manto de incertidumbre respecto el futuro.

Si abordamos la problemática de forma sectorial, podemos partir por el pilar fundamental de toda familia y que se ha transformado en una crisis exponencial: la crisis habitacional.

Según datos del último estudio de la Fundación Vivienda y Techo para Chile, de marzo del presente año, entre 2019 y 2021 hubo un aumento del 73,5 % de campamentos, pasando de 47.050 a 81.643 familias en un catastro de 969 campamentos a lo largo del país, donde los más afectados serán las niñas, niños y adolescentes que en precarias condiciones verán mermado, entre otros aspectos, su derecho a la educación.

En el ámbito educacional según datos del Ministerio de Educación 39.497 niñas, niños y adolescentes desertaron del sistema escolar, donde parte importante de ellos no se matricularon para el presente año provocando un abismo de incertidumbre respecto del proceso de aprendizaje, que se ha visto impactado por ejemplo en el acceso a internet, condición estructural, acentuada en zonas rurales o aisladas.

Esta situación, es señal inequívoca de una deuda pendiente del Estado de Chile, para con sus generaciones, prefigurando un escenario con niveles significativos de desigualdad de aprendizajes, mermas cognitivas y trayectorias laborales precarias, fenómenos que constituyen una ligazón altamente probable respecto de la pobreza multidimensional y la puerta de entrada a espirales de incivilidades, violencia y delitos.

En un año con una intensa agenda electoral, donde elegiremos no solo nuevas autoridades, sino que nos embarcaremos en una multiplicidad de debates y propuestas, no podemos conformarnos solo con diagnósticos fatalistas del fracaso del sistema educativo o la política pública, sino que al contrario, debemos impulsar con mayor fuerza y entusiasmo una reconversión socialmente rentable e inclusiva, que permita alcanzar un mayor desarrollo, integral pensando en el Chile de mañana, no olvidando nunca que el futuro comienza hoy.