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Educar a nuestros párvulos en el cuidado de nuestro medio ambiente es una tarea constante en nuestros jardines infantiles, y un tema primordial dentro de nuestros referentes pedagógicos, que busca concientizar desde los primeros años de vida la importancia que tienen nuestros espacios naturales, para la coexistencia de la vida en el planeta.
Gracias a la donación de la Fundación Reforestemos y CMPC a Junji Biobío, en octubre del año pasado, nuestra institución inició el programa Una familia Junji, un árbol de vida que consistió en la entrega de 2 mil árboles nativos para familias de las tres provincias de la región. De esta forma, se distribuyeron árboles nativos: hualo, maqui y coihue, con todas las instrucciones de plantación, regado y dedicación, realizando especial énfasis en cuidarlos desde pequeñitos para que crezcan sanos y fuertes. Diversos testimonios de las familias destacan lo enriquecedor de la experiencia para los niños y niñas, quienes después de plantar el arbolito nativo en su casa, lo están cuidando, regando y viendo su desarrollo desde sus primeros años de vida.
Esto no hubiese sido posible sin el apoyo de las familias lo que demuestra que el ejemplo de los padres es fundamental para que los niños aprendan a cuidar del medioambiente de forma natural. Si nosotros lo hacemos, ellos lo harán. Y eso fue justamente lo que ideó la Comisión del Medio Ambiente creada en Junji Biobío que tiene un arduo trabajo para promover en los jardines infantiles de administración directa, la formación de conciencia ecológica responsable y sostenible, sensibilizando, involucrando y potenciando el pensamiento reflexivo y acercamiento a las ciencias desde las familias junto a los equipos pedagógicos.
Son muchos los hábitos que se pueden adoptar en el día a día para reducir la contaminación en el medio ambiente y frenar el impacto sobre el planeta. El punto de partida está en las enseñanzas en el hogar, donde cada día existen múltiples acciones que podrían evitar el deterioro masivo del ecosistema. Entre ellas, cuidado del agua, de la electricidad, la importancia del reciclaje y más.
En unas vacaciones distintas en pandemia, cada pequeño acto es muy valioso y los niños deben aprender que todo cuenta. Cada paso es importante. Puede enseñarles a cultivar sus propios alimentos, es decir, puede crear un pequeño huerto en casa o en maceteros en los departamentos, para que los niños vean cómo sembrar, cómo cuidar la tierra, cómo regar, ya que, con todo el cuidado en cada etapa, pronto brindará sus frutos. Porque cuidar el medio ambiente es algo que debemos enseñar a los niños desde pequeños para proteger el mundo en el que vivimos. Así como en nuestros jardines infantiles, hacemos partícipes a las familias a involucrarse en las actividades de protección al medio ambiente, queremos hacer extensiva la invitación a buscar actividades relacionadas con el cuidado del planeta. Será una forma de acercarse con amor, compromiso y entrega a la tierra en que estamos viviendo. El contacto directo con la realidad y la experiencia personal resultan ser insustituibles a esta edad, por lo que los niños y niñas deben tener la oportunidad de interactuar con su entorno, observarlo, quererlo y por sobre todo cuidarlo
Y tal como destaqué al principio, la Fundación Reforestemos, nos apoyó en educar y potenciar familias activas y consciente de su entorno, donde todos participen en la construcción del desarrollo sustentable del país y para esto necesitamos que, desde niños las personas entiendan la necesidad imperante de proteger nuestro planeta, que se encuentra cada vez más degradado. Y junto a ello, quiero destacar el apoyo de la Seremi del Medio Ambiente, con diversas capacitaciones a nuestros equipos de Junji Biobío, para seguir este año con múltiples acciones destinadas a fortalecer nuestro trabajo con los niños y niñas.
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