Opinión

Propuesta de solución para una tarea pendiente

Profesor Juan Bustamante M.,
Profesor Juan Bustamante M. / FUENTE:

Para nadie es desconocido que así como el lenguaje ha favorecido el desarrollo del pensamiento, las preguntas han hecho lo propio con el conocimiento; y esto último (1) porque no es lo mismo retratar, referir, narrar una realidad cualquiera expuesta a nuestros sentidos y sin unas debidas bases de sustentación teóricas y empíricas, que explicar su razón de ser y dar cuenta al mismo tiempo de sus elementos estructurales, de las caracterizaciones de cada uno y de sus distintas coordinaciones, atendido ese todo que constituye en sí misma; y (2) porque ningún conocimiento sistemático que se precie de serio, objetivo y responsable se genera mágica o espontáneamente, sino a través de preguntas específicas (y bien formuladas al efecto), orientadas - por medio de procesos, procedimientos y acciones de investigación, en nuestro caso, social y educativa de distinto orden y aplicabilidad (denominados métodos y donde meta quiere decir llegada; en tanto que odos, caminos) - a explicar una determinada realidad o fenómeno que ha llamado la atención.

Dicho lo anterior y atendida la necesidad de un conocimiento sistemático acerca del cometido de las jefaturas  de los establecimientos educacionales, bueno es preguntarse: (1) ¿Por qué, a falta de un Proceso de Evaluación del Desempeño Profesional Docente referido a este ámbito de competencia funcionaria (porque lamentablemente no existe), no se ha evaluado, por lo menos desde el Departamento de Educación Municipal, DAEM, a los equipos directivos y técnico pedagógicos (tal como se ha hecho con la docencia de aula), dado lo trascendente de su quehacer institucional en pro de una educación de calidad?; o (2) ¿por qué no se ha evaluado a los Directores y, por intermedio de éstos, a las jefaturas de su confianza como son los Inspectores Generales y Jefes Técnicos, de conformidad con los Convenios de Desempeño que se han firmado con el Sostenedor - un requisito previo, eso es claro, establecido por ley - para asumir y ejecutar sus respectivas funciones de líderes de sus centros escolares?

Desde luego, no tenemos las respuestas - porque no están a nuestro haber, ni del de nadie, en ningún espacio sistémico conocido -, aunque sí el conocimiento, la experiencia, la sapiencia y un denodado interés de la AFDEM por hacer una efectiva contribución al respecto en bien de quienes son los destinatarios primeros y últimos del sistema escolar: los estudiantes. Y esto último, a través de una propuesta consistente en un Sistema de Evaluación y Acompañamiento a la Docencia Directiva y Técnico Pedagógica en función (1) de detectar yerros y / o vacíos en el ejercicio de cada uno de los cometidos señalados y (2) de procurar su superación a través de programas ad hoc que hagan posible tanto la calidad de la enseñanza, como de los aprendizajes de los escolares.

Sistema de valuación y acompañamiento que debería darse cada año y en dos etapas; es decir: (1) con un proceso de detección, registro, análisis y comunicación de esas posibles carencias y / o falencias existentes en el cumplimiento de sus distintos roles y (2) con unas acciones de acompañamiento consistentes en la puesta en acción de planes de mejoramiento  profesional que conlleven obligatoriamente una segunda evaluación destinada a verificar in situ si los problemas detectados  fueron efectivamente superados (y todo esto sobre la base del Marco para la Buena Dirección y el Liderazgo Escolar) y a materializarse - en su inicio y término - en la aplicación de encuestas de opinión conteniendo preguntas de respuesta cerrada y distribuidas aleatoria y progresivamente a muestras representativas de los miembros de las distintas comunidades escolares, de modo que al igual que los docentes de aula, y por tratarse efectivamente de una tarea pendiente, los directores, inspectores generales y jefes técnicos den cuenta de cada una de las tareas institucionales asumidas.

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