Hace algunos días estuvimos conmemorando los 71 años del voto femenino en nuestro país, y frente a ello surge la siguiente pregunta: ¿qué tan real es la participación de las mujeres en política?

Si bien actualmente las mujeres tenemos pleno derecho a voto, seguimos teniendo poca representación en las empresas, en la administración pública, en el mundo académico, incluso aún en muchos hogares de nuestro país.

Esta verdad contrasta con nuestra innegable capacidad de sobrevolar y ser agentes activos de cambio, por lo que involucrarnos más activamente no solo es un derecho, sino también una necesidad latente.

A la hora de elegir un camino político, los obstáculos son varios: los cargos políticos, por miles de años, estuvieron reservados solo para los hombres, y romper esa barrera ha sido sumamente difícil. Junto con ello, ocupar cargos políticos es especialmente complicado para las mujeres, ya que compatibilizarlo con la maternidad es un gran desafío.

Seguimos estando marginadas por muchas razones, sin embargo, algunas de nosotras hemos logrado saltar esas barreras, influyendo positivamente en distintos ámbitos: deportivos, vecinales, profesionales, políticos, académicos, entre muchos otros. No obstante, debemos seguir trabajando para lograr la igualdad de oportunidades para todas y todos.

Este año tenemos la gran oportunidad de destacarnos, de participar activamente, de hacer historia en el proceso de cambio que Chile está viviendo, pero para lograrlo necesitamos, sin duda alguna, el apoyo enérgico de los partidos políticos. A veces, mediante leyes, tenemos que empujar algunas iniciativas que parecen obvias, y este es el momento de reservar escaños, de apoyar listas encabezadas por mujeres no solo para el Servel, no solo para la opinión pública, sino para la ciudadanía, para construir ciudades más justas, porque en Evópoli estamos convencidos de que las mujeres le hacemos bien a la política.