Más allá que uno pueda estar a favor o en contra del movimiento social que está viviendo el país, para nadie es un misterio que este contexto de agitación ciudadana tendrá consecuencias en la economía.

El ejemplo más cercano y evidente es la devaluación que ha tenido la moneda chilena, que ha llevado al dólar a superar y mantenerse en la barrera de los 800 pesos.

Otro ejemplo fue la fuerte contracción del IMACEC de octubre, que alcanzó los 3,4%, una de las peores cifras desde cuando Chile era afectado por la crisis económica global.

Sin embargo, como alcalde de Antuco, una de las áreas de la economía que más me preocupa es el turismo, y, más precisamente, cómo esta coyuntura afectará a nuestros emprendedores.

Mencionar que ya hemos tenido señales de alerta a nivel país, con la última información entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, que cifró en 14,1% la caída en las pernoctaciones.

Este indicador no fue nada alentador, sobre todo cuando se proyecta un descenso de los turistas extranjeros, motivado por la inestabilidad social que vive el país.

Este panorama no tiene muchas posibilidades de cambiar, especialmente, cuando aún es tema de debate en la prensa internacional, las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos -supuestamente- perpetrados por agentes del Estado.

Como vemos el escenario no se anticipa nada alentador para el turismo, menos para comunas como Antuco, donde el arribo de visitantes extranjeros, especialmente, de Estados Unidos y Europa, son sumamente favorables para sacar cifras azules.

A esta altura y cuando se observa poca claridad de cómo va continuar la situación, debido a las pocas señales que ha entregado el ejecutivo, una gran alternativa será apostar al aumento de los turistas nacionales.

No obstante, para ello será necesario que el Gobierno o el Servicio Nacional del Turismo, Sernatur, establezcan estrategias que permitan atraer a los visitantes del país, a los destinos con mayor servicio y/o proyección turística.

Para ello, se necesitará aumentar los recursos para el área, con la finalidad de asegurar un circuito de visitantes, que garantice que nuestros emprendedores no pierdan lo invertido.  

En La Araucanía por ejemplo se destinaron recientemente $300 millones para fomentar el turismo, asegurando la visita de estudiantes a la zona por medio del Programa Giras de Estudio. 

Una modalidad similar debiera aplicarse en el Biobío, teniendo presente que ha sido una de las regiones más afectadas por el movimiento social, incluso, con actos vandálicos en su capital regional.

Por ello, el llamado es a las autoridades regionales no es sólo a exigir financiamiento para la reconstrucción de las comunas más afectadas, sino también a asegurar los recursos, para no perjudicar áreas tan sensibles de la economía, como es el turismo.