Catástrofes vigentes en todo nuestro planeta; por igual mega sequías y mega inundaciones. Proceso en desarrollo de un cambio climático irreversible que nos obliga a adaptarnos o a mitigar. Esto es lo que ha pasado recientemente con Islandia, el primer país del mundo en realizar un funeral para uno de los suyos, el Okjökull, el sexto glaciar más grande del país insular, un país cubierto de hielos. Pero ya no tanto. Tras 700 años de historia esta calota de hielo de más de 50 metros de grosor y que llegó a tener más de 15 kilómetros cuadrados de extensión, dio su último respiro el presente mes, cuando la única evidencia de lo que alguna vez existió allí quedó reducida a un pequeñísimo trozo de hielo en la cima del volcán Ok. El domingo 18 de agosto Islandia realizó su simbólico funeral. Una romería de dolientes ascendió los 1400 metros hacia la cima del volcán, que ahora luce libre de hielo, para ubicar una placa conmemorativa a nombre del glaciar. El escrito, del ecologista y escritor Andri Snær Magnason titulado: Una Carta al Futuro, señala En los próximos 200 años, todos nuestros principales glaciares seguirán el mismo destino. Este monumento es para reconocer que sabemos lo que está pasando y lo que debemos hacer. Únicamente ustedes sabrán si lo logramos.

Howe y Boyer, dos antropólogos norteamericanos realizaron un documental en 2018 acerca del proceso que estaba afectando a este glaciar islandés, No está Bien (Not Ok). No está bien lo que está sucediendo con la Tierra; no está bien que la población mundial no sea advertida y consecuentemente educada en el tema; no está bien que este tipo de fenómeno ambiental pase precariamente percibido y escasamente abordado por las naciones. Nuestro planeta está cambiando y están sucediéndose hechos que asumimos como consecuencia normal producto de las actuales condiciones ambientales y climáticas. No está bien. Somos responsables de haber gatillado un proceso de cambio atmosférico que en menos de 200 años ha desequilibrado todo un orden dentro del sistema ecológico y ambiental de la Tierra. A los islandeses, hoy solo les queda adaptarse a no volver a ver la majestuosidad del Okjökull. Para gran parte del mundo, esto fue otra noticia más relacionada con el cambio climático. La leemos, la comentamos y luego, seguimos adelante con nuestras propias agendas. Ciertamente, no está bien.