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Un estudio realizado recientemente estableció que Chile es el segundo país de Latinoamérica con más llamadas spam, sólo superado por Brasil.
Esta realidad se puede interpretar de distintas maneras. Una de ellas es que los mercados son competitivos y las empresas deben competir fuertemente por posicionarse en el mercado, ofreciendo productos y servicios a precios más bajos a los usuarios, lo cual puede resultar beneficioso para los consumidores.
No obstante, también tiene una arista negativa y que tiene que ver con las molestias que padecen los usuarios al recibir este tipo de mensajes publicitarios.
Es importante destacar que la Ley del Consumidor regula el envío de estas comunicaciones promocionales, permitiendo un primer mensaje de entrada, en la medida que cumpla ciertos requisitos, entre ellos, que se indique el asunto o materia de qué trata; la identidad del remitente; y señalar un canal expedito donde el usuario pueda solicitar la suspensión de los envíos.
Una vez que el consumidor solicite la suspensión, si las llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes persisten, la empresa puede ser castigada con multas de hasta 50 UTM, esto es, cerca de $2 millones 400 mil; pero a partir de marzo del próximo año, con la entrada en vigencia de la nueva ley, los montos aumentan hasta las 300 UTM, esto es, más de 14 millones por cada infracción.
Con el propósito de facilitar a los consumidores que no reciban mensajes publicitarios o spam, en el año 2013 el Sernac lanzó la plataforma “No Molestar”, la cual está alojada y disponible para los usuarios en el sitio web www.sernac.cl
A través de esta herramienta, los consumidores pueden exigir a las empresas que dejen de enviarles mensajes promocionales o publicitarios que resultan molestos o invasivos.
Es decir, la plataforma “No Molestar” facilita a los consumidores ejercer su derecho a dejar de recibir spam, y a las empresas, a cumplir con su obligación de suspender las comunicaciones cuando se les solicita.
Durante el periodo de funcionamiento de la plataforma, el Sernac ha recibido más de 400 mil requerimientos de parte de los usuarios, más de la mitad de ellos se refieren a empresas de telecomunicaciones, aunque también hay casos en contra del retail y la banca.
Una vez recibida la petición, lo que hace el Sernac, basándose en el mandato legal que le entrega la Ley, es solicitar a las empresas, a través de oficios periódicos, que suspendan las comunicaciones promocionales o publicitarias a los consumidores indicados en el requerimiento, debiendo eliminarse de este modo de las listas de publicidad.
Las empresas deben entender que una publicidad no deseada, puede ser molesta para el consumidor y no tendrá el efecto deseado de vender más o generar cercanía con su marca.
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