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La seguridad en las calles, en los lugares de trabajo y también al interior de nuestros hogares debe ser tema de permanente reflexión y preocupación. Más aún, no sólo preocupación, sino ocupación: debemos hacer todo lo que está a nuestro alcance para cuidar de nosotros mismos y de quienes más queremos.
En el día a día es frecuente encontrarnos con situaciones de riesgo, lo que cobra un sentido mucho más crítico cuando llegan las festividades y nos reunimos en lugares de alta concurrencia, como ocurre durante Fiestas Patrias.
Si llevamos a nuestros hijos debemos considerar que tendremos que darles mucha atención y dedicación para evitar no sólo un accidente sino también el extravío de uno de ellos. Hacer que un niño se aprenda su nombre y el de sus padres, un número de teléfono o quizás su dirección, es una estrategia que puede ser muy útil. En caso de ser muy pequeño podemos colocarle una tarjeta en su bolsillo o una pulsera con esos datos.
Al llegar a un lugar con mucho público es conveniente tomarse un par de minutos para acordar un punto de encuentro en caso de perderse; también puede servir enseñarle a los más pequeños que, en caso de extraviarse, puedan acercarse a un guardia o personal del lugar.
Así entonces, la seguridad de quienes más queremos dependerá, en gran medida, de la capacidad que tengamos de adelantarnos a ciertas situaciones, de pensar en qué podría ocurrir y preparar a nuestros hijos para resolver de la mejor manera esa situación.
En materia de prevención y seguridad siempre en necesario insistir y, en este caso en particular, enfatizarle que un extraño puede ser peligroso, que siempre será mejor mantenerse cerca de la familia.
En la Cámara Chilena de la Construcción hemos trabajado fuertemente el tema de la seguridad, y por eso sabemos que el autocuidado, saber qué hacer y qué no hacer, es clave para evitar accidentes, o extravíos, en este caso. Debemos prepararnos día a día, y que la seguridad sea tema recurrente en nuestra mesa de modo que nuestros hijos estén bien preparados para enfrentarse a aglomeraciones o espacios con alta afluencia de público.
Así también, sabemos que la identificación de los riesgos es clave para evitar problemas. Por ello al disfrutar en familia en espacios con mucha afluencia de público, deberemos evaluar las situaciones de riesgo para nosotros mismos, nuestra familia, y nuestros hijos. Luego, tomar las medidas que -en el lugar y momento- nos permitan minimizar esos riesgos y finalmente, permanecer siempre alertas.
La seguridad y el cuidado que tengamos en cada detalle pueden marcar la diferencia entre disfrutar realmente las Fiestas Patrias o dejarlas en el calendario como un mal recuerdo.
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