Teletrabajo: promoviendo la inserción

Leslia Jorquera

Francesca Parodi, seremi de Gobierno.

por Leslia Jorquera 21 Agosto 2018

Se estima que el proyecto de Trabajo a Distancia beneficiaría a unas 111.500 personas de la región del Biobío, quienes se podrían integrar al mundo laboral bajo esta modalidad también conocida como “teletrabajo”.

Como país sabemos que la mejor política económica es el pleno empleo. Es por eso que el Gobierno ha seguido priorizando las iniciativas tendientes a dinamizar la economía, incentivar el emprendimiento, proteger las pymes y, así, poder mantener altas tasas de empleabilidad.

Hace algunas semanas el Presidente Piñera firmó el proyecto de Nuevo Contrato Especial para Jóvenes Estudiantes, que busca dar la oportunidad a los jóvenes de compatibilizar sus estudios con un trabajo que les garantice todos los derechos consagrados en el Código del Trabajo.

Creemos que esta iniciativa será un gran paso para avanzar en revertir las altas tasas de desempleo juvenil, las que hoy son prácticamente el triple del desempleo nacional. Pero como sabemos que la situación laboral va mucho más allá, el Gobierno ha impulsado un nuevo proyecto de ley para que el mercado laboral dé el necesario salto hacia el siglo XXI.

Es así como el proyecto de Trabajo a Distancia busca actualizar las políticas laborales que hoy impiden o hacen muy difícil que las personas usen las tecnologías disponibles para realizar sus labores sin estar de manera presencial en sus puestos de trabajo.

Esta modalidad es ampliamente utilizada en países desarrollados, como Francia, donde ha tenido un impacto económico positivo, aumentando la productividad y reduciendo el ausentismo laboral. Pero la iniciativa además permite el ingreso al mercado laboral de personas que, por diferentes motivos, no han podido integrarse, ya sea por el cuidado de los hijos, por alguna discapacidad o simplemente por vivir muy lejos de la oferta laboral.

De esta forma, se estima que el proyecto de Trabajo a Distancia beneficiaría a unas 111.500 personas de la región del Biobío, quienes se podrían integrar al mundo laboral bajo esta modalidad también conocida como “teletrabajo”. Sin duda, esta es una de las políticas laborales más ambiciosas de los últimos tiempos.

Tanto economistas como expertos de diferentes áreas advierten que el boom de la Inteligencia Artificial y la automatización implican cambios profundos a la forma en que opera el mercado laboral.

Sin ir más lejos, se estima que al 2030 la mitad de los actuales trabajos ejercidos por un individuo en Chile podrían automatizarse, por lo que es imposible seguir operando bajo la lógica industrial del siglo pasado.

La flexibilización laboral es una necesidad en la cual debemos seguir avanzando, tanto para incluir a personas que no han podido acceder al trabajo, como para evitar la obsolescencia de nuestro actual sistema laboral. Por eso el Gobierno ha priorizado esta discusión y esperamos que el Congreso apoye esta necesaria modernización, y así lograr una mejor calidad de vida de los chilenos.