Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

Una educación para cambiar el mundo

Leslia Jorquera

Alejandro Mege Valdebenito.

por Leslia Jorquera

Considerando que es posible edificar una  mejor sociedad democrática a través de escuelas democráticas, para lo cual se requiere de mayores y mejores recursos, humanos y materiales.

En el permanente discutir y analizar la educación, sobre  cuya importancia para la vida de las personas y las sociedades no hay dos opiniones distintas, en cuanto  constituye un derecho humano reconocido como inalienable, de acceso universal y sin barreras de ningún tipo, continúa siendo su calidad y el poco efecto que tiene para producir los cambios que se requieren el nudo gordiano que lo impide.  Entre todas las experiencias educativas estudiadas, unidas a propuestas de distintos especialistas para obtener una educación que cambie la sociedad y con ello cambiar el mundo, en una entrevista hecha al pedagogo y sociólogo norteamericano Michael W. Apple (revista Occidente, abril 2018), de gran experiencia como profesor de educación primaria y secundaria, ex presidente del sindicato docente, considerado una de las 50 personas más importantes a nivel mundial en educación del siglo 20, en su último libro “¿Puede la educación cambiar la sociedad?”, hace un análisis sobre la relación  educación y  poder, considerando que es posible edificar una  mejor sociedad democrática a través de escuelas democráticas, para lo cual se requiere de mayores y mejores recursos, humanos y materiales,  y no solo de discursos; de confianza y respaldo a las comunidades escolares; diálogos permanentes con las autoridades educacionales, con un currículo escolar diferente y un profesorado habilitado para implementarlo, siendo fundamental en este empeño la democratización y descentralización en la toma de decisiones. “La respuesta jamás es más centralización”, afirma.

Su propuesta de escuelas democráticas conlleva la idea de sacar a la escuela del objetivo que se les tiene asignado: reproducir la estructura ideológica y las formas de control social y cultural de quienes ejercen el poder, para que sean un lugar donde no solo se hable y se escriba el concepto democracia, sino donde se ejercite y se viva plenamente.

Cuando vivimos en medio de movilizaciones,  protestas estudiantiles con grave daño a los bienes materiales y a la convivencia social; cuando, junto la   eclosión de los movimientos feministas contra el acoso, la búsqueda de la paridad de género y una educación no sexista, se conocen los abusos e inmoralidad en los actos de algunos miembros de la iglesia católica, las acciones delictuales y dolosas de funcionarios públicos y representantes del mundo empresarial y político, que deberían ser referentes de comportamientos éticos que imitar,  actuaciones que parecieran no causar un  mayor impacto en gran parte de la comunidad y ver con desaliento como la justicia ofrece las salidas menos ejemplificadoras y onerosas para los responsables de los delitos, aún los más repudiables, la escuela democrática con una educación para una vida democrática, ciudadana, republicana y ética se hace  más necesaria para que la moral individual y  social no continúe descendiendo y empiece a levantarse desde el nivel más básico de nuestro sistema educativo.

Alejandro Mege Valdebenito.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto