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No nos cabe la menor duda de que el Gobierno del Presidente Piñera al fin cambiará estas deficiencias con su política de “Niños Primero”.
Hemos sido testigos del ingrato vivir de muchos menores en los hogares del Sename. Aquí muchos niños, nuestros niños, en situación de vulnerabilidad, como así también, aquellos que llegaron ahí por delinquir, fueron reiteradamente violentados producto de las graves deficiencias en el sistema de protección de la infancia; tanto en el trato y supervisión de los cuidadores, como en el diseño y en la ejecución de planes y programas destinados a la reinserción y desarrollo integral de la infancia, con el cruel resultado de más de 1000 menores muertos.
Así también, fuimos testigos del teatral llanto de la diputada comunista Camilla Vallejos al ver los resultados de la vulneración de los derechos de los niños, donde también se realizó la votación del informe de la comisión investigadora Sename II, donde se sindicaba a Javiera Blanco, ex ministra de Justicia, como una de las responsables de la crisis del organismo. Aquí, Camila Vallejos y toda la Nueva Mayoría blindaban a Javiera Blanco votando en bloque para el rechazo del informe, el cual en definitiva, podría haber puesto a los culpables sobre la mesa.
Posteriormente, ocurre en el mes de enero del 2018 la violación y asesinato de una menor de un 1 año y 11 meses a manos de su padre biológico en Puerto Montt, Sofía.
Este horrendo crimen reabrió y colocó en la palestra la discusión sobre la pena de muerte a violadores que vulneren los derechos de los niños, en donde los diputados manifestaron sus diferentes puntos de vista sobre esta situación, mientras la ciudadanía clamaba justicia en cada rincón del país.
Recientemente, sale a luz otro macabro suceso, el caso de la pequeña Ámbar, una niña de 1 año y 8 meses de edad, que fue violada y asesinada, para después llevarla a un recinto de salud diciendo que había caído de la cama, sus lesiones estaban ocultas con maquillaje. Este agresor es un hombre de 30 años, Miguel Espinoza, pareja de la tía de Ámbar, a quién le otorgaron el cuidado de la niña debido a que su progenitora no estaba apta para el cuidado de ella. Espinoza, el agresor, había tenido aspiraciones políticas como concejal por Los Andes.
Este nuevo caso reabre nuevamente la necesidad del aumento de las penas efectivas de cárcel, como así también, el deseo manifestado por algunos sectores de la ciudadanía respecto a la pena de muerte para los agresores de menores.
Todos estos tristes acontecimientos, nos hace pensar profundamente en la necesidad como sociedad de evitar y anticipar estas situaciones de vulnerabilidad; la imperante necesidad de promover en nuestro país el desarrollo de estrategias asociadas a la promoción de la Salud Mental desde la educación escolar, la necesidad de protección y desarrollo integral de la infancia; la necesidad del cuidado de la mujer anticipando la violencia de género y los femicidios, castigando judicialmente a los abusadores y violadores con penas efectivas e irrenunciables.
La prevención es la forma más contundente y eficaz para ejercer una política pública. No nos cabe la menor duda de que el Gobierno del Presidente Piñera al fin cambiará estas deficiencias con su política de “Niños Primero”, porque este gobierno, sí tiene los pantalones para luchar con acciones por los más necesitados, no con discursos panfleteros de aquellos que hacen teatro llorando o aquellos que se dicen ser Amplios y hoy día son los únicos que no participan de esta política pública. Entiendan de una vez, Chile es una mesa para todos.
Francisco Muñoz Almendras
Juventud Renovación Nacional Los Ángeles
** Columna escrita junto a Robinson Lühr Toledo
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