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Cuando existe un desempeño orientado hacia el bien común de ciudadanos conscientes al igual que ellos, de prioridades en el tema de lo posible, no sólo hay un gran entendimiento y deseo de hacer bien las cosas, existe lo que se llama “Democracia y Verdad” en la base, según mi sentida opinión.
Elijamos a los con más luz y sentido del bien común.
No tengo dudas de que postulan muy buenos candidatos, por tratarse de personas conocidas por su trayectoria social y política, es como cuando vemos una película y nos agrada ver a determinados actores y actrices, que nos deslumbran y atraen, desde su presencia y sus expresiones auténticas y convincentes, que deseamos verlos de nuevo en otro gran film. De los extras por espectaculares que sean sus papeles, sólo les queda la posibilidad, de ir avanzando en su condición personal, hasta algún día poder alcanzar una formación que los convierta en protagonista de roles estelares, así me imagino estas elecciones de autoridades nacionales, regionales, distritales y provinciales, donde los chilenos mayores de 18 años, que al igual que las siete lucas imaginarias tenemos derecho a acceder,(según dicen, que en septiembre sería el festival de las lucas veraniegas, que en el cheque mensual ahorraría dificultades a pensionados y a todo el mundo laboral) en este caso a sufragar, por quienes estimemos podrían desempeñar un trabajo eficiente y con gran sentido ético como servidores del Estado.
Sigo pensando, que para ello, quienes sean elegidos deben haber sido protagonistas de la vida social, que parte en lo vecinal e institucional local, hasta el nivel que aspiran representar y en lo político haber ocupado y dirigido los cargos más cercanos al nivel que desean liderar, es decir, personas con vocación de servicio, que sean escuchadas y apoyadas en sus planteamientos, que sean líderes de sectores de opiniones que vayan en beneficio general de la Nación y no en lo particular, como sucede cuando se promueven ideas y soluciones, para grupitos o grupúsculos que sólo se representan asimismo, ocupando tiempo y recursos, donde las prioridades y faltas son más urgentes de enfrentar y solucionar.
Si hay un problema en la costa, no pueden hacer oídos del individuo que está gritando en el cerro, oye vengan a arreglar los problemas que tenemos, acuérdense que cuando ustedes los tienen, lo primero que hacen es arrancar para acá, sigo elucubrando, que cada elegido por voluntad popular tiene un rol específico, por lo tanto, el de la playa o el del cerro recibirá la visita de su representante legal, por el cual haya votado o no lo escuchará, además que su dirigente vecinal se apersonará cada cierto tiempo con las autoridades que corresponda, para los imprevistos naturalmente que hay organismos e instituciones, que funcionan coordinadamente en las emergencias y que una vez superadas; corresponderá a las autoridades respectivas enfrentar exigencias mayores.
Cuando existe un desempeño orientado hacia el bien común de ciudadanos conscientes al igual que ellos, de prioridades en el tema de lo posible, no sólo hay un gran entendimiento y deseo de hacer bien las cosas, existe lo que se llama “Democracia y Verdad” en la base, según mi sentida opinión. Por lo tanto, necesitamos que nuestros representantes que elijamos sean personas con espíritu de servicio y que nosotros como ciudadanos libres de este hermoso país, aún llamado Chile, tengamos un comportamiento adecuado y comprensivo del actuar y decir de nuestras autoridades.
Germán Prosser Santana.
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