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Columnista

¿Cómo prevenir trombosis y várices con el ejercicio?

Leslia Jorquera

Ángelo Meza Carrasco.

Kinesiólogo, Postgrado en Rehabilitación

Funcional Lesiones Deportivas,

Universidad Caece, Argentina. 

por Leslia Jorquera

“Los estilos de vida están dados por el desempeño tanto en lo laboral, emocional como familiar”.

La trombosis y las várices, son patologías que en la actualidad están en un crecimiento peligroso. Lo cierto es que ambas se dan por los estilos de vida, así como mayoría de las patologías a las que estamos expuestos; la alimentación, el sedentarismo y no dar importancia a las alertas que genera el cuerpo, nos lleva a ser irresponsables con el mantenimiento que debe tener el organismo, el descansar y dormir bien, son claves para que se recupere adecuadamente y brinde un soporte mayor al sistema inmune y evitar estar propensos a adquirir y/o desarrollar enfermedades.

Los estilos de vida están dados por el desempeño tanto en lo laboral, emocional como familiar, entre otros, que pueden generar un nivel de estrés muy alto, por lo tanto, el cuerpo se mantiene activo pero con niveles de comprensión internas, provocando que los músculos y los órganos no trabajen bien, y si no existe una liberación, se acumulará más tensión.

En el caso de las trombosis, esta se produce por la formación de un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo o en el corazón, interrumpiendo el paso de sangre hacia un segmento determinado o a varios del cuerpo, afectando su funcionalidad y puede llegar a ser incluso mortal. En tanto, las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón, para que pueda oxigenarse y seguir con el ritmo de trabajo normal, haciendo que todo el flujo de sangre sea lento; y existen dos tipos de várices: las externas, que se marcan mucho y que generalmente están en las piernas y las internas, cuyo síntoma principal es sentir cansancio en la zona afectada.

Pero ¿es necesario esperar a tener alguna de estas patologías para hacer algo?, siempre lo mejor será prevenir  y estar atento a las alertas del organismo, por ello, es necesario en primera instancia revisar nuestra alimentación.

Con este simple cambio de actitud, tanto el corazón como las venas se fortalecerán evitando o disminuyendo la posibilidad de formar coágulos o várices, además se reducirá el nivel de estrés, ya que el organismo se relajará al gastar energía, permitiendo que el cuerpo elimine todos los residuos que acumula durante el día, lo que se deberá repetir al menos tres veces por semana.

Finalmente, descansar bien, dormir las horas necesarias, dejar las cosas del trabajo en la oficina y buscar estados de armonía en el hogar para que el descanso sea provechoso, es la clave para que el cuerpo se recupere y este al cien por ciento al día siguiente.

Ángelo Meza Carrasco.

Kinesiólogo, Postgrado en Rehabilitación

Funcional Lesiones Deportivas,

Universidad Caece, Argentina.          

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