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Este martes 2 de agosto, y con un respaldo de 109 votos y una abstención, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y del Patrimonio, el que será analizado ahora por el Senado en segundo trámite constitucional.
El ministerio, actuando como órgano rector, velará por la coordinación, consistencia y coherencia de las políticas, planes y programas en materia cultural y patrimonial, propendiendo a su incorporación en forma transversal en la actuación del Estado.
En la oportunidad, y como jefe de la bancada radical, expresé mis felicitaciones a las comisiones de Cultura y Hacienda por los trabajos que realizaron para lograr con éxito este nuevo ministerio; pero a su vez, expresé públicamente ser un parlamentario de larga data en el distrito 47, que tiene como cabecera de provincia la ciudad de Los Ángeles y donde periódicamente he contado con un gran respaldo ciudadano.
Ello, lo dije como introducción, al lamentable hecho sucedido el jueves 28 de julio, puesto que se efectuó una reunión en la ciudad de Los Ángeles, con la presencia del ministro de Cultura, Ernesto Ottone; el gobernador de la Provincia de Biobío, Luis Barceló; el alcalde de la comuna de Los Ángeles, Esteban Krausse, y el diputado Roberto Poblete, donde se planteó la necesidad de construir un centro cultural que estaría terminado antes del término del mandato de la presidenta y donde no fui invitado, encontrándome sólo a 20 metros del lugar de la reunión, que es mi oficina parlamentaria donde estaba atendiendo público.
Este tipo de situaciones nunca más se pueden volver a repetir porque hay que tener más cuidado y tener más respeto por quienes somos representantes del pueblo y hemos sido elegidos por voluntad popular, de tal manera que con el malestar que tenía, quise dejar en claro que mientras se trate de cultura mi voto, siempre iba a ser afirmativo, pues se trata de un proyecto muy importante que tiene que representar a mucha gente del país, pero hago un llamado a todos a que no nos olvidemos que los afectos y el respeto desde los ministros hacia los parlamentarios y con todas las personas, nunca pueden quedar de lado y que nunca más se vuelva a repetir una situación de esta naturaleza.
Cabe destacar que el nuevo ministerio tendrá bajo su dependencia dos subsecretarías: de las Artes, Industrias Culturales y Culturas Populares, y la del Patrimonio Cultural. Además se crean las Secretarías Regionales Ministeriales de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y los consiguientes consejos regionales.
El Consejo Nacional del Libro y la Lectura, el Consejo de Fomento de la Música Nacional, y el Consejo del Arte y la Industria Audiovisual, pasarán a forman parte de la Subsecretaría de las Artes.
Adicionalmente, se crea y definen los alcances y operatividad del Fondo del Patrimonio Cultural, cuyo objeto será financiar la ejecución total o parcial de proyectos, programas, actividades y medidas de identificación, registro, investigación, difusión, valoración, protección, rescate, preservación, conservación, adquisición y salvaguardia del patrimonio, en sus diversas modalidades y manifestaciones, y de educación en todos los ámbitos del patrimonio cultural, material e inmaterial, incluidas las manifestaciones de las culturas y patrimonio de los pueblos indígenas.
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