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Fue un mensaje serio, responsable, no demagógico, lo que da cuenta de la calidad de estadista de la mandataria.
Como todo 21 de mayo la primera autoridad de la nación rindió la tradicional cuenta pública detallando la gestión realizada durante este 2015 y los primeros meses de 2016, sin embargo, este año tuvo una particularidad.
Hubo un sentido llamado a tener confianza en el presente y en el futuro de Chile, a trabajar por restaurar la confianza de los ciudadanos y sus instituciones, más allá de la política, incluido el mundo de los negocios y la acción pública.
Este momento reflexivo de la Presidenta Bachelet con altura de miras y profundo amor por Chile fue un emplazamiento a todos para que asumamos la responsabilidad que tenemos con el presente y el futuro del país.
Fue un mensaje serio, responsable, no demagógico, lo que da cuenta de la calidad de estadista de la mandataria. Si la oposición se fue decepcionada es porque creía que la Presidenta Bachelet iba a echar pie atrás a su convicción de derrotar la desigualdad.
Muchos fueron a escuchar lo que se había acostumbrado en otros períodos de gobierno, es decir una cuenta pública con una lista interminable de anuncios que no se concretaban.
Entre las prioridades figura la reforma educacional, la protección social, la invitación a que nadie se reste del Proceso Constituyente y también la agenda de crecimiento económico, productividad y de empleo.
Nuestra Presidenta ratificó que la red de protección social está lista para ponerse en marcha, para proteger a los sectores más vulnerables y a nuestros sectores medios ante las contingencias de un escenario económico más adverso.
Respecto de la gratuidad en educación superior se estableció un componente muy claro, cubrir al 60% de los alumnos de menores ingresos al 2018, el proyecto de ley respectivo indicará el modo en el que llegaremos a esa meta, es una reforma en marcha que no tiene vuelta atrás.
Sobre el Proceso Constituyente la Presidenta hizo un llamado a participar, a sumarse, lo dijo con mucha claridad, es una oportunidad histórica que tenemos de darnos entre todos una constitución que nos represente.
Y todo esto lo resumió en, tal vez una de las frases más significativas del discurso: “Quien se resta lo que hace es restarle también valor a sus ideas”.
El Proceso Constituyente es una oportunidad para que todos pongamos en movimiento nuestra opinión, nuestra visión del país que queremos y que lo construyamos entre todos, con seriedad, con responsabilidad y con solidez republicana tal como la Presidenta Michelle Bachelet en su cuenta a la Nación.
Enrique Inostroza Sanhueza
Seremi de Gobierno
Región del Biobío
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