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Columnista

Política está cuestionada, pero es única alternativa de cambio

Leslia Jorquera

Bruno Vyhmeister

Ingeniero Agrónomo Evopoli

Provincia de Biobío

por Leslia Jorquera

 Hoy más que nunca es necesario que comencemos a hacer política, la cual nos es más que el derecho y la obligación de cualquier ciudadano que tenga interés por lo que ocurre en su entorno.

Últimamente se ha hablado mucho que la política actual está desgastada, que se necesita un recambio generacional, que los políticos antiguos tienen que abandonar la primera línea de la política, que la corrupción ha penetrado todos los poderes del Estado y que es imperioso un cambio.

Cuando llevamos estas críticas a la práctica quedan sólo como un mero cuchicheo de pasillo, ya que no se traducen en hechos concretos. En este sentido, los números no mienten. Durante los últimos 23 años, Chile sufrió la caída más estrepitosa en participación electoral de América, la segunda entre los países de la OCDE y la cuarta en todos los países del mundo, votando en la última elección presidencial solo un 51,7% del padrón electoral, representado en una gran mayoría por gente mayor a 35 años.

Por otro lado, resulta paradójico que en este mismo período el PIB per cápita chileno se haya quintuplicado.

¿Es posible que a mayor bienestar menor sea el interés en la política? Tenemos unos cuantos ejemplos en el mundo quesugieren que no necesariamente debe ser así, como es el caso de Finlandia, el ejemplo por excelencia de país desarrollado, admirado y hasta venerado por algunos sectores políticos, el cual posee una participación electoral cercana al 70% del padrón.

Sólo queda una pregunta por hacer, ¿qué causa en los jóvenes esta indiferencia por la política?

Cuando se le pregunta a los jóvenes por qué razón no participan en política, estos señalan factores vinculados a la desconfianza en las instituciones políticas o la desafección con la política en general o simplemente prefieren hacer otra cosa porque no lo considera importante.

Este escenario es el peor que puede afectar a una democracia, ya que es sabido que para la sana existencia de una democracia representativa es fundamental el sufragio de sus ciudadanos, para que sus representantes tengan legitimidad, más aún en el sistema actual de voto voluntario.

Esta nueva generación de ciudadanos es la que más oportunidades ha tenido, con mayor acceso a bienes y servicios en la historia de nuestro país. Sin embargo, como las cifras lo demuestran, no está interesada en hacer política, ni pretende participar de manera activa. Este Chile actual, democrático y libre, fue construido gracias a las generaciones que no tuvieron las mismas oportunidades, pero sí la conciencia cívica de participar en forma activa y de manera responsable en cada elección donde se les convocaba.

Frente a este escenario podemos prever dos caminos: el primero es esperar que los actuales políticos logren reencantar al electorado, motivando a las nuevas generaciones, cosa que no han sido capaces de hacer durante los últimos 20 años; y como segunda opción, que los ciudadanos comiencen a hacer política para así poder elegir sus representantes, nuevos políticos preparados para enfrentar los desafíos que nos presenta esta nueva era de cambio de paradigmas, donde volvamos a poner en el centro de la discusión al ser humano y su bienestar en armonía con su entorno. Hoy más que nunca es necesario que comencemos a hacer política, la cual nos es más que el derecho y la obligación de cualquier ciudadano que tenga interés por lo que ocurre en su entorno.

Bruno Vyhmeister

Ingeniero Agrónomo Evopoli

Provincia de Biobío

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