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Columnista

El poder de los olores

Mauricio Lobo Bastidas

"Dicen que todo entra por la vista y es verdad. Pero hablando a título personal, a mi me entra todo por las narices. Por eso, jamás he pensado en cambiar mi colonia Barzelatto. A lo más, en periodos d

por Mauricio Lobo Bastidas

Juan Secano Rere

Gaucho de la Patagonia

radicado en Los Angeles

Twitter: @SecanoJuan

[email protected]

Cuando era chico tuve una nana que usaba a diario una colonia muy fuerte y desagradable. Apenas se acercaba a mi yo arrancaba por los pasillos de la casa. Una tarde en que tomó día libre,  fui a su pieza y descubrí el origen de tanta hediondez: Coral Poesy. Tomé la botella y le boté casi todo el líquido y la rellené con agua.

Ella no se dio cuenta pero yo sí, ya que en los días sucesivos era posible convivir perfectamente con ella. Casi siempre las personas están preocupadas de verse bien, de buscar y hacer cosas lindas, de comer cosas ricas , etc… pero hoy quiero invitarlo  a disfrutar del sentido del olfato, fundamental para aproximarse a una realidad o desde ella, aproximarse a un recuerdo y tener una vida en cuatro dimensiones: la profundidad, la altura, el relieve y la perspectiva invisible de los olores.

Dicen que todo entra por la vista y es verdad. Pero hablando a título personal, a mí me entra todo por las narices. Por eso, jamás he pensado en cambiar mi colonia Barzelatto. A lo más, en periodos de escasez la reemplazo por la 451 de Laboratorios Durandín.

Para ser bien concretos, ahora mismo que usted está leyendo esta columna, si lo hace por la edición impresa acerque el diario a sus narices y sienta el olor a papel roneo y tinta. Si lo hace en su computador acerque el teclado a sus narices y huela ese olor a nuevo de los artefactos electrónicos. O si está leyendo un buen libro viejo, abanique sus hojas y sienta ese olor a vainilla y tabaco que lo transportará a una casa antigua o a sus antepasados.

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.

La nariz humana distingue entre más de 10.000 aromas o sustancias odorantes diferentes. Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar. La información llega al sistema límbico y al hipotálamo, responsables de las emociones, sentimientos, instintos, impulsos y la liberación de hormonas. Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Un reciente estudio científico publicado por la Revista PlosOne, permite por ejemplo saber cuántos años más usted vivirá solamente a través del olfato.

La investigación, realizada en adultos mayores por la Universidad de Chicago, concluye que existe una relación entre la inhabilidad de detectar ciertos olores y un mayor riesgo de mortalidad en los próximos cinco años. El Dr. Jayant Pinto, quien lideró la investigación, asegura que la pérdida del sentido del olfato funciona como un canario en las minas; es una advertencia de que algo anda muy mal. Los científicos administraron una prueba sencilla de olfato a más de 3.000 participantes, de entre 57 y 85 años de edad. Cada persona debía identificar cinco aromas comunes: menta, pescado, naranja, rosa y cuero. El 78% de los voluntarios pudieron detectar al menos cuatro de los cinco aromas sin dificultad.  Cerca del 20% identificó dos o tres de ellos y el 3.5% percibió solo uno o ninguno de los olores. Cinco años después, los investigadores descubrieron que 430 de los participantes habían fallecido, el 39% de ellos habían mostrado una pérdida significativa de olfato en la prueba inicial. El 19% que había exhibido pérdida moderada de olfato murió y únicamente el 10% de las personas con buen olfato murieron.

Evidentemente, las personas no mueren porque su sistema olfatorio está dañado. Sin embargo, la disminución de la capacidad para oler podría señalar una disminución en la capacidad del cuerpo para reconstruir componentes clave como la regeneración celular, debido a la edad, lo que conduce a la muerte por otras causas. También podría ser el resultado de años de exposición a ambientes tóxicos o haber fumado mucho.

Basarse en el sentido del olfato para predecir la mortalidad,  es más fácil que elaborar pruebas físicas, por lo tanto este descubrimiento podría ser un método veloz y económico para identificar a los pacientes en mayor riesgo.

Para mí, existen las personas que están bien o las personas que están mal. Las personas que están bien, gozan de los olores, por ejemplo el olor a campo, a caballeriza, a caballo, a lechería. Gozan con solamente  sentir el aroma del mar, de un caldillo de congrio, de un cuero recién curtido, de un fuego con leña de boldo. Las personas que están bien, gozan con sólo abrir el horno de barro y oler su bocanada ardiente de cocción perfecta. Lo invito a hacerse amigo de los olores, que no pasen desapercibidos por sus narices y aproveche a fondo este sentido para poder disfrutar como nunca una buena copa de vino tinto, pasando primero por sus narices.

Y ojalá que su mujer no tenga mejor olfato que usted, para que no lo eche de la cama cuando llegue con olor a cigarro.

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