Profesor angelino, músico, viajero y voluntario. Así han sido algunos de los ciclos que han marcado la vida Nadab Sandoval Iturra, docente de artes musicales con más de una década de trabajo en Los Ángeles y hoy integrante de la comunidad educativa del Colegio Hermanas Maestras de la Santa Cruz, en Laja.
Su vocación, dice, le ha abierto más puertas de las que imaginó, y también lo ha llevado más lejos de lo que pensaba: "Estuve trabajando en África, con estudiantes de Etiopía y Kenia, haciendo voluntariado musical. Esa experiencia me marcó profundamente, tanto en lo personal como en lo profesional", recordó.
Fue precisamente allí donde grabó el video que dio la vuelta a Chile: niños de quinto básico interpretando en perfecto español El baile de los que sobran.
"Enseñé la canción de Los Prisioneros en español, y el registro terminó viralizándose a nivel nacional", dijo sobre aquella escena grabada en una sala de clases donde los niños aparecen sentados cada uno en sus puestos, coreando y aplaudiendo al ritmo la canción, mientras el profesor los acompañaba tocando ukekele para la versión acústica.
"Fue bonito, porque uno no espera ese reconocimiento. Yo me fui sin contarle a nadie. Solo quería enseñar",
De regreso en Chile, siguió dedicado de lleno a la docencia. Primero en el Colegio Concepción -donde participó en galas masivas llegando a reunir a más de 1.400 personas- y, desde hace un año, en Laja, donde aseguró haber encontrado un nuevo impulso a su vocación.
LA NUEVA GALA MUSICAL EN LAJA
Consultado sobre la reciente gala musical realizada en el colegio, Sandoval expresó que: "Fue un desafío enorme, pero precioso".
El establecimiento realizó este año dos muestras artísticas, una en la Semana Artística y otra en noviembre, ambas organizadas por el Departamento de Música.
Cada curso -desde kínder hasta segundo medio- presentó interpretaciones que iban desde teclados y guitarras hasta instrumentos melódicos y batería.
"Muy contento también con el resultado, ha sido como bien maratónico, pero tratando de sacarle harto provecho a los niños con sus talentos, ayudándolos a crecer y mostrándoles que la música es muy bonita y que se pueden mostrar cosas excepcionales para todo el mundo, que tienen que salir obviamente a la comunidad".
ESTUDIANTES QUE PARTEN DESDE CERO
Pero hay un detalle que vuelve aún más significativo el logro: todos los estudiantes comenzaron desde cero. "Veo sus habilidades, les damos variedad de instrumentos y ellos escogen. Algunos se enamoran del bajo, otros de la batería, otros del teclado o de las melódicas. Y desde ahí armamos pequeñas orquestas por curso", describió el profesor angelino.
Agregó que los estudiantes responden "con disciplina, entusiasmo y una rapidez sorprendente. Aprenden muy bien. Y para ellos es muy importante mostrarle a la comunidad lo que son capaces de hacer".
UN PROYECTO QUE ENCONTRÓ APOYO
Sandoval destacó que la comunidad escolar respaldó plenamente el proyecto, y que, gracias al apoyo de la directora del Liceo Polivalente Hermanas Maestras de la Santa Cruz, María Eliana Fuentes, y de la hermana representante, María Luisa Palacios, se adquirieron nuevos instrumentos para todos los niveles. "Eso marcó una diferencia enorme. Nos permitió trabajar repertorios variados y avanzar mucho más rápido", manifestó, al valorar el apoyo que recibió la iniciativa y el respaldo de las familias de los estudiantes, que asistieron a la presentación.
EL MOMENTO QUE MARCÓ LA GALA
En la más reciente de las presentaciones, el repertorio fue variado. Entre ellos, la interpretación de Sky full of stars de Coldplay con estudiantes de cuarto básico.
En el video, se ve a niñas y niños tocando batería, bajo, melódicas y teclados... y al propio profesor Sandoval acompañándolos en escena. "Aprendieron desde cero. Fue emocionante verlos ahí, seguros, tocando frente a toda la comunidad. Para mí, fue un orgullo enorme", confiesa.
UNA VIDA ENTERA MARCADA POR LA MÚSICA
Cuando se le pregunta por su origen musical, el profesor vuelve a su infancia y al apoyo recibido por parte de sus padres, María Angélica Iturra, directora del reconocido Coro de Voces Blancas y Abel Sandoval Ormeño, también profesor.
"Ellos fueron mi inspiración. Gracias a ellos me dediqué a la música", afirmó.
En su juventud tuvo bandas, como Desierto Florido, y más tarde escribió un libro del mismo nombre que rescata la escena rockera angelina de los 2000.
Fue además director de la Orquesta Amadeus, donde enseñó violín y lideró procesos formativos durante más de una década.
"Ha sido un camino hermoso. Y mi meta es seguir acercando la música a más niños, como lo hice en África y como lo hago hoy en Laja", afirma.
