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La Tribuna

Luis Villar: más de 20 años trayendo la magia de la Navidad a los niños

por Gonzalo Meller

Sin tener en claro lo que le llevó a representar la icónica figura que trae regalos a los niños bien portados, el angelino aseguró que ha disfrutado cada momento encarnando al personaje, pese a que no todo ha sido felicidad.

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El mito que cuenta la historia del Viejito Pascuero, se remonta hace más de mil años atrás. Muchas son las historias sobre su vida, algunas cuentan que vive en las proximidades del Polo Norte junto a la Señora Claus y duendes navideños, que trabajan arduamente en la fabricación de juguetes junto a otros regalos que le solicitan niños a través de cartas.

Con rigurosidad, el Viejito Pascuero hace un seguimiento del comportamiento de cada pequeño a lo largo del año, para ver si son merecedores de un obsequio. Si son respetuosos, obtienen buenas calificaciones obtienen lo que desearon. De lo contrario, recibirán carbón.

Otro punto característico del personaje es que para poder transportar los regalos, el viejito lo guarda en un saco mágico para repartirlos a las 00:00 horas del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por los renos navideños encabezados por Rodolfo, un reno que ilumina el camino con su roja nariz, brillante y potente.

En el mes de diciembre, Los Ángeles, recibe al Viejito Pascuero, quien recorre distintos eventos en la ciudad junto a sus alrededores para transmitir la felicidad y compartir con los niños.

A pesar del calor y su grueso traje, la felicidad de los pequeños le motiva a pasar largas horas pendiente de sus más sinceros deseos.

Él es Luis Villar Neira, quien a sus 71 años contó cómo ha vivido la magia de la Navidad gracias a su trabajo.

LOS INICIOS DEL VIEJITO PASCUERO

Luis tuvo muchos trabajos a lo largo de su vida. Tanto que un día llegó a ser técnico agrícola y trabajó como inspector en el Liceo Agrícola El Huertón.

Sin embargo, su buena llegada con los niños lo motivaron a ser el Viejito Pascuero cuando jubiló.

"Los niños son el futuro de Chile y me encanta conversar con ellos y motivarlos", aseguró.

En 2002 comenzó su aventura. Justo tenía la edad propicia para serlo y le ofrecieron un trabajo en el mall de Los Ángeles.

En ese lugar trabajó 7 horas al día por 14 años, hasta que dio un paso al lado el 2017 por problemas de salud y monetarios tras no llegar a un acuerdo con el centro comercial.

"Cuando di un paso al lado se me cayeron las lágrimas, porque me sentí adolorido, pero recuerdo que siempre fueron súper respetuosos y cariñosos", contó. 

Hoy en día, Luis trabaja de forma independiente realizando eventos en distintos recintos como jardines infantiles, actividades de ciclistas de montaña, condominios, entre otros. En cada una de sus jornadas laborales está con los niños cerca de dos horas y se va a su hogar.

"Es excelente porque uno ya tiene sus años y me administro sólo", aseveró.

Tanta es su buena llegada con la gente, que durante el mes ha realizado más de 15 atenciones, de todas formas, el viejito pascuero angelino aseguró que le gustaría disponer de más tiempo para “hacer más felices a los pequeños”.

MAGIA NAVIDEÑA

Por los años que lleva realizando el oficio, Luis tiene su equipo completo. Tiene un traje antiguo, más de cinco cinturones, campanas y una infinidad de pares de guantes que le posicionan como uno de los representantes de la imagen más fiel del hombre del Polo Norte.

"Estoy aperado hasta las rodillas para hacer esta lindas atenciones", aseveró.

Encarna tan bien el personaje que su barba es natural. Se la deja crecer durante todo el año.

Consultado por cómo ha logrado tan ostentosas indumentarias "es la magia del Viejito Pascuero", aseguró.

PENAS Y GLORIAS DEL PASCUERO

Luis aseguró que su trabajo es agridulce, ha tenido que pasar por experiencias tristes y otras bonitas.

Una de sus mejores experiencias es atender al jardín infantil "Mi pequeño amor". Va todos los años y se dedica completamente a los niños.

"Tengo que hacerlos cantar, reír, que bailen, todo el show del Viejito Pascuero", indicó.

Pero no todo es felicidad, hay personas que lo contratan, pero no cumplen los tratos, incluso una vez tuvo que caminar solo bajo la lluvia.

Sin embargo, los niños cumplen un papel fundamental para motivarlo a seguir desarrollando su mágica tarea durante el mes de diciembre.

"Les explico el nacimiento de Jesús, la llegada de los reyes magos y hasta cuando llega el Viejito Pascuero a reemplazarlos".

Cuando se termina el evento, Luis relató que se despide de los niños con un mensaje.

"Pórtense muy bien, sean obedientes y disfruten unas lindas vacaciones que se les vienen", señaló.

Y para los más grandes: "Que pasen unas fiestas de fin de año glamorosas".

CUANDO SE SACA EL TRAJE

El Viejito Pascuero trabaja sólo en diciembre ya que el resto del año descansa y se mantiene en forma.

Asiste a un grupo de la tercera edad de la Iglesia Santa María, compuesto por 22 adultos mayores, donde hacen ejercicios físicos y mentales.

Estas actividades lo hacen estar cognitivamente estable y le dan fuerza para atender a los pequeños durante la fiesta navideña. 

Luis indicó que nunca se imaginó como Viejito Pascuero, pero piensa que fue Dios quien le puso este trabajo en su camino.

"Posiblemente fue gracias al camino del señor", aseguró.

Respecto a su futuro, Luis señaló que espera sólo la buena de Dios y aceptar lo que este le pone en su camino.

LA FELICIDAD DE LOS NIÑOS

Luis aseguró que su trabajo lo deja contento, ya que los niños quedan fascinados.

"Siento una felicidad enorme cuando encarno al Viejito Pascuero", señaló.

Tanto es su compromiso y cariño por ellos, que cuando los ve en la calle los saluda y conversa con ellos.

"¿Qué puede ser más bonito que esto? Llevar alegría y promover la bondad", reflexionó.

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