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La Tribuna

Uwe Shotte Shröder: múltiples facetas de un director enfocado en la razón

por Gonzalo Meller

Pese a que la vida lo golpeó varias veces, el director de raíces alemanas se ha caracterizado por ser una persona sencilla con un gusto por el trabajo en equipo.

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Como un “agradecido de la vida”, así se definió Uwe Shotte Shröder, quien actualmente es el director del Colegio Alemán de Los Ángeles. 

Su amor  por la ingeniería lo ha llevado a desempeñarse en grandes cargos, en especial, en el área de la educación. 

NACIDO Y CRIADO EN CHILE 

Uwe nació en la Cínica Alemana de Valparaíso en 1943. Sus padres son Helga Shörder y Federico Shotte. 

La historia de sus padres se caracterizó por ser de esfuerzo. Su papá nació en Bremen, pero cerca de 1928 o 1929 salió en busca de mejores oportunidades a Sudamérica después de la Primera Guerra Mundial, arribando a Argentina y más tarde a Chile.

Por otra parte, su madre nació en Río Gallegos, en Argentina, pero también se crió en Bremen. 

El director comentó que ellos se conocieron en su juventud. “Mi padre la invitó a salir, se casaron y se establecieron en Coquimbo” dijo.

Por otra parte, dijo que en un comienzo su padre trabajó en el norte en distintas cosas casi al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes eran muy mal vistos en todo el mundo y, esos trabajos, lo llevaron a la pequeña ciudad de Traiguén, donde desarrolló su vida familiar. 

El hombre señaló que la relación con sus padres fue muy buena, excelente. “Éramos tres hermanos, dos mujeres y un hombre.

Siempre fue una vida familiar muy afectiva, sencilla pero amorosa”, indicó. 

SUS ESTUDIOS

Shotte comenzó sus estudios en el Colegio Alemán de Traiguén. Más tarde, la enseñanza media la cumplió en el Colegio Alemán de Temuco, donde tuvo que vivir en pensiones.

“Se trataban de señoras alemanas o que hablaban alemán, que en sus casas alojaban a 5 u 8 jóvenes del mismo colegio”, explicó.

El director recordó con felicidad ese momento de su vida, ya que ahí estableció lazos de amistad con sus compañeros de curso. 

 Una vez que salió del liceo, con 17 años, comenzó a trabajar. “Estuve dos años prestando servicios a una fábrica de parqué, lo cual me permitió viajar desde Concepción a Puerto Montt instalando este tipo de piso”, dijo.

Sin embargo, aseveró que “un día mi padre me dio a decidir si quería seguir trabajando o estudiar. Por eso decidí postular a la Universidad de Concepción donde quedé en Ingeniería Civil Mecánica”. 

Consecuentemente al egresar de la universidad, indicó que realizó otros cursos con el fin de especializarse. 

CON EL CORAZÓN EN LA DOCENCIA

Una vez que terminó sus estudios, el director, comentó que trabajó varios años en la UdeC, fue profesor, director de la Escuela de Ingeniería, decano de la Facultad de Ingeniería y encargado de la empresa universitaria.

Posterior a ello, gerente de la Lotería de Concepción y luego tuvo una constructora inmobiliaria donde le llegó una oportunidad de volver a la docencia.

“Fue en ese momento cuando me comentaron sobre la vacante disponible para el cargo de director del Colegio Alemán de Los Ángeles y, el requisito era hablar alemán. Como sabía hablar el idioma, postulé y participé en ese largo proceso de selección, donde finalmente quedé en 1999”. 

Por otra parte, indicó que cuando fue docente en la universidad se dio cuenta que le gustaba ser parte de la formación de los alumnos, ya que significaba un desafío constante. 

“Uno no sólo busca el beneficio propio, sino también el colaborar en algo”, señaló. 

Asimismo, agregó que “el gran logro para mí es todo lo que he cumplido razonablemente bien, ya que el único que valora eso es la conciencia personal”, afirmó. 

LOS GOLPES DE LA VIDA

La vida del director ha sido de esfuerzo, sin embargo, aseguró que lo que más duro fue la muerte de tres seres queridos: su madre, padre y primera esposa. 

“En 1985 mi padre murió por un esfuerzo físico excesivo. La enfermedad se originó luego que el intentara solucionar un problema vial que tuvo frente a su vivienda en Temuco”, explicó. 

Además aseguró que su muerte fue complicada, ya que nadie se enteró de su derrame y lentamente le fue afectando, hasta que los médicos lo operaron en Concepción, pero sin embargo fue demasiado tarde. 

Posteriormente, en 1989, el hombre puntualizó que su madre murió por un derrame interno y, años después, murió su primera esposa, con quien comentó haber estado casado cerca de 33 años teniendo tres hijas. 

Frente a sus pérdidas comentó que “lamentablemente, la vida a veces hace cosas distintas a lo que uno planea”. 

Pese a ello, pudo rehacer su vida y comenzar de nuevo. En 2007 se casó nuevamente, con una mujer que conoció trabajando en el colegio. Ahora, con ella tiene 4 hijos y se encuentra feliz. 

SUS GUSTOS

Dentro de otras actividades que realiza Shotte, indicó que sus gustos vienen desde pequeño, donde siempre le gustó reparar cosas que estaban rotas en su casa. Afirmando que esa era su mayor fascinación. 

"De alguna forma me las ingeniaba para arreglar cosas", aseveró. 

Pero puntualizó, que una de sus grandes pasiones fue el trabajo bomberil. “Estuve casi 30 años en la Séptima Compañía de Bomberos de Concepción donde me tocó vivir situaciones muy difíciles, llegando hasta encontrar cuerpos después de los incendios”, afirmó. 

Asimismo agregó que “uno siempre piensa que si habría llegado antes, si podría haber ayudado. Pero muchas veces no se sabe que hay una persona adentro”, señaló. 

Sin embargo, dijo que el carácter positivo de su estancia en el Cuerpo de Bomberos, fue que se pudo colaborar para tecnificar más el trabajo de la compañía. “El trabajo bomberil requiere, muchas veces, más pensar que actuar”, manifestó.

NACIONALIDAD HÍBRIDA

El director, se consideró tanto chileno como alemán, de una “nacionalidad híbrida”. Aseverando que “he ido pocas veces a Alemania, pero cuando estoy allá me siento alemán. Sin embargo, cuando estoy de vuelta en el país, se siento chileno”. 

"Entiendo tanto a los cuadrados alemanes, como a los simpáticos chilenos”, agregó.

Respecto a las influencias extranjeras en la educación, el director indicó que “en Chile hay mucho de ello. Las instituciones no son cerradas, están abiertas a cualquiera”. 

También, aseguró que en su colegio hay cerca de 800 estudiantes que tienen algún origen alemán, pero más de 700 son chilenos. 

Por último, en relación a dejar su cargo, el director dijo que se dedicará a su otro gran amor que es la ingeniería o, incluso, a la traducción del alemán. 

"La ingeniería tiene una gran virtud que es bastante razonable y es un trabajo en equipo", finalizó. 

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