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La Tribuna

"No es posible que la única parte donde uno encuentra jóvenes es en el Mall"

por Nicolas Irribarra Irribarra

Un angelino por opción, pero que no tiene dudas en que ese concepto lo acompañará de por vida, ya que no pretende irse de la ciudad. Sus proyectos a corto y largo plazo se enmarcan en la provincia del Bío-Bío.

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Perteneció a la familia de las fuerzas armadas, formando parte del Ejército de Chile. Desde aquellos años que practica Judo, algo que forma parte de su pasado, presente y futuro. Su nombre es Alejandro Covarrubias, y en la actualidad se dedica a formar a las futuras promesas judokas de la zona.

Su familia la formó en Los Ángeles, y por ello el apego emocional con la comuna lo transforma en uno más de los nuestros.

Su experiencia como entrenador, con resultados positivos para la región y provincia, lo posicionan como un hombre destacado. Tiene diferentes estudios, todos ellos apuntados al desarrollo de la actividad deportiva, incluyendo un magister.

“Yo llegué el 2004 a Los Ángeles, porque yo soy oficial de ejército en retiro. Llegué con el grado de capitán, al regimiento Los Ángeles y venía de Punta Arenas. Estuve hasta el 2007”, comentó.

Además, contó que dentro del ejército “venía haciendo judo, y el 4 de mayo del 2004 iniciamos una primera rama acá en la comuna, con gente del regimiento y soldados de mi compañía. Esto empezó a agarrar harto vuelo y abrimos el judo en forma deportiva a los hijos del personal”.

Todo el mundo tiene anhelos, sueños, pero cuando uno propone, es Dios quien dispone.

“Mis proyecciones eran en el tema militar. Después podría haber seguido ascendiendo dentro del ejército, pero quise complementar un poco mi experiencia deportiva con lo que yo sabía dentro de la parte militar, y estudié en el instituto valle central durante 3 años. Obtuve el título técnico nivel superior de deporte y actividad física”, comentó.

Adicionalmente, confiesa que terminó de estudiar para complementar lo que “yo ya sabía, ya que venía como técnico desde Punta Arenas. Luego estuve destinado a Santiago, pero todos los fines de semana viajaba (a Los Ángeles) a ver acá el club, y agarró vuelo en la parte competitiva. También formamos la asociación, con tres clubes más”, añadió.

LA HISTORIA TRAS EL RETIRO

Múltiples son las variables que motivan a las personas a retirarse de sus trabajos, o a jubilar en el momento en que pueden. La situación de Covarrubias nos lleva a un solo concepto: ‘pasión por el deporte’.

“Dejé el ejército el año 2010 después del terremoto. Lo que pasa es que hice un magister en la UNAB durante dos años, sobre gestión deportiva. Estuve haciendo comisión de servicio en la federación deportiva militar, pero como nosotros podemos jubilar después de los 20 años de servicio, a mis 21 yo decidí hacerlo ya que mi mentalidad y mis potencialidades iban hacia la gestión deportiva”, aclaró.

Cuando las cosas se dan para estar en un lugar, por mucho que exista una intención por tratar de capitalizar una idea circunstancial, termina siempre en el lugar para donde los astros han direccionado su destino.

“Me quise quedar acá, porque viajé a Puerto Montt a visitar a mis papás, con la intención de quedarme allá para iniciar algo. Estuve 15 días, y 14 días llovió y el último día granizó. Pero en Los Ángeles tengo mi proyección deportiva con el tema del judo, tenía una buena llegada y muchos proyectos. Además, mi vida personal gira en torno a esta ciudad”, indicó.

“Una de las cosas por las que dije que me quedé acá, es porque tengo una relación sentimental, que se concretó el 2013. Ahora vivo con mi señora y mis tres hijos. Con mis hijos trato de ser lo menos militar y judoka posible, a pesar que mis tres hijos están en judo, incluso la más chica (4 años) que ya está en judo. Ellos lo tienen como una forma de avanzar, de crecer, pero no hay exigencias”, confidenció.

¿ALGO QUE TE MOLESTE?

No todo puede ser 100% adecuado a lo que el ideal de una persona espera. Siempre hay algunos detalles que, por más pequeños que sean, marcan una diferencia, y terminan por ser claves a la hora de aceptar un lugar. Para Alejandro, son cosas perfectibles, pero que no las puede concebir.

“Hay dos cosas que faltan acá, que son muchas áreas y espacios para niños. Feliz que haya un zoológico, y esas iniciativas que vayan creciendo. Algo que falta por hacer. Una de las cosas que me encanta de Los Ángeles es la calidad de vida que tiene. No es posible que la única parte donde uno encuentra jóvenes es en el Mall”, sentenció.

Finalmente, este gran formador de pequeños judokas, sabe que su futuro está acá, por lo que ni siquiera pasan ideas o proyecciones en otros lugares que no sea la comuna que lo conquistó desde el corazón.

“Me quedo en Los Ángeles de manera definitiva. Mi sueño de tener un campeón olímpico, o haber participado en un proceso para tenerlo, está aquí. Estoy agradecido de los amigos que tengo, y también de los encargados de la red de apoyo de varios estamentos preocupados del deporte”, cerró Alejandro Covarrubias. 

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