Resumen noticioso

Vecinos de condominio Pedro Lagos rinden homenaje a "Don Darío" tras 31 años de servicio

El noble funcionario de 74 años terminó su vida laboral este 31 de agosto, lo que motivó a la comunidad a realizar una campaña para la compra de obsequios y muestras de agradecimiento por sus años de trabajo

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Este 31 de agosto fue un día especial para Héctor Darío Meza Rioseco, más conocido como Don Darío; un jardinero con vocación de trabajo, y que en este último día del mes de agosto no solamente despedía el mes, sino que además la labor que lo acompañó gran parte de su vida. Don Darío destacó entre los vecinos y las familias del Condominio Social Pedro Lagos de Los Ángeles, quienes le rindieron un emotivo homenaje por cumplir por más de 30 años esta actividad, e iniciar su etapa de descanso.

La comunidad perteneciente a este conjunto habitacional ubicado en calle Marconi veían como cada día, y por más de 30 años, don Darío recorría las dependencias del Condominio con el propósito de hermosear las áreas verdes y jardines del lugar, buscando siempre tener un espacio donde las familias disfrutaran a gusto. Muchos de los residentes compartieron con él y fueron testigos de una labor abnegada, y que prolongó hasta sus actuales 74 años de edad.

Según el relato de los mismos vecinos, su labor incluso iba más allá: su compromiso, respeto, humildad y lealtad se ganaron la confianza de varias familias del lugar, quienes sin dudarlo salían tranquilos de vacaciones y dejaban las llaves de sus departamentos y su confianza, en manos de este noble hombre para que los cuidara, y en donde siempre respondió a las familias por la confianza que le depositaban.

LA CAMPAÑA DE LA COMUNIDAD

Días antes del término de los servicios de Don Darío, la directiva anunció que luego de 31 años como jardinero del condominio social, finalmente no continuaría con la prestación de sus servicios, esto motivado principalmente porque a sus 74 años dio a conocer que se sentía más cansado que antes, y que ya no desarrollaba sus funciones como años atrás, por lo que tomó la determinación de comenzar su merecido descanso, y retirarse de su actividad diaria. Junto con ello se acordó el pago del finiquito por sus años de servicio, y se anunció que el día 31 de agosto sería su último día de trabajo, por lo que al darse el aviso de aquello, las familias y la comunidad no dudaron en realizar una campaña solidaria para demostrar el cariño y afecto de las familias del conjunto habitacional por el noble trabajo realizado por don Darío por más de tres décadas.

De esta manera, se dio inicio a una recolección de fondos para buscar la compra de una bicicleta nueva, esto porque la que utilizaba a diario la compró curiosamente con el primer sueldo al comenzar a trabajar en el lugar, la que le costó 30 mil pesos, y que le permitió movilizarse diariamente durante más de 30 años.

Tras la recolección que se realizó durante el mes de agosto, la comunidad logró reunir una importante suma, lo que permitió la adquisición de una bicicleta nueva para el tradicional jardinero de la comunidad, y además elementos de seguridad como casco, guantes, luces para el traslado de noche, entre otros insumos.

UNA EMOTIVA DESPEDIDA

En su último día al finalizar su jornada, don Darío recibió la sorpresiva visita de la comunidad, las familias que durante tres décadas acostumbraban a verlo en los jardines realizando sus labores, y quienes lo sorprendieron con la entrega de esta nueva bicicleta, en una señal de cariño y afecto por los años de dedicación y esfuerzo. Además, los dirigentes y vecinos le entregaron palabras de agradecimientos por su labor de casi toda una vida. Junto con ello, se le hizo entrega de una suma en efectivo como parte de la recaudación de los vecinos, pero sin duda, el recuerdo y el cariño de la comunidad será el tesoro más grande que se llevará este noble trabajador hacia su hogar.

En una carta, el comité administrativo del condominio social Pedro Lagos de avenida Marconi expresó no nos queda más que agradecer su trabajo realizado por 31 años en nuestro condominio, que la salud lo acompañe, que disfrute su indemnización y que va a ser muy difícil encontrar un trabajador como él. Don Darío, a nombre de nuestra comunidad, muchas gracias, un fuerte abrazo y un hasta siempre.

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