
Un hombre que caminaba por la orilla de una playa ubicada en Racine, Wisconsin, Estados Unidos, encontró un paquete de aluminio amarrado con un caucho.
Al abrirlo, pensó que se trataba de una pechuga de pollo, pero, cuando detalló el interior del envoltorio, se dio cuenta de que era un cerebro.
El hallazgo ocurrió el pasado 15 de septiembre quien lo hizo fue Jimmy Senda, un trabajador del sector de la construcción que cada mañana sale a dar un paseo en la playa.