Club de la Unión: una tradición que está en compás de espera

El Club de la Unión es uno de los recintos más tradicionales de Los Ángeles. Desde que fue recuperado y remozado a fines de los u201880, volvió a ser uno de los principales puntos de reuniones de la ciudad, tal como lo fue en buena parte del siglo pasado. Por sus amplios salones, han pasado varios Presidentes de la República, se han realizado los más importantes eventos y se han llevado a cabo las más significativas ceremonias. También ha sido lugar de reuniones, casamientos y bienvenidas de un nuevo año.

Sin embargo, desde las 5 de la tarde del 17 de marzo pasado, debió cerrar sus enormes puertas de madera. Desde ese día que en el tradicional edificio que data de 1934, ha permanecido sin el bullicio y trajín que lo ha caracterizado en las últimas tres décadas.

Su concesionario, Hernán Hernández, cuenta que en los tiempos normales, tenía 11 personas contratadas pero con los empleados eventuales, podía llegar al centenar de colaboradores para atender a una masiva concurrencia.

A más de cinco meses sin eventos, ni almuerzos o manifestaciones, la situación no puede ser más complicada. Porque debe seguir cumpliendo con sus compromisos financieros, haciéndose cargo del pago de arriendos y de servicios básicos y un largo etcétera de obligaciones.

Aunque intentó la modalidad del reparto a domicilio, los esfuerzos simplemente no fueron acompañados de los números que lo justificaran.

Hernández no es optimista. Prevé que quizás en un año más pueda retomar aquella actividad, la misma que se terminó aquel 17 de marzo, a las 5 de la tarde.