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La Tribuna

Apicultores de Biobío enfrentan segunda temporada consecutiva con malos rendimientos

por Juvenal Rivera Sanhueza

Según el presidente local de los productores de miel, Julio Beltrán, la sequía y la tala indiscriminada de quillay (principal proveedor de néctar para las abejas) están mermando los rendimientos a niveles nunca antes vistos por los apicultores. De momento, evalúa pedir ayuda a la autoridad para capear el mal momento y anticipa un aumento en el precio de la miel.

52, colmenares de abejas /

Julio Beltrán

lleva más de 40 años dedicando todo su tiempo y energías a la producción de miel.

Fruto de su empeño, tiene el honor de ser uno de los apicultores más

importantes y experimentados de Los Ángeles. Por añadidura, también representa

a nivel directivo a los apicultores de la zona a través de la asociación local

de apicultores (Apilang) con el fin de fortalecer su actividad, la misma que

inició cuando era apenas un jovenzuelo en el ex Liceo de Hombres, frente a la

plaza de armas.

Sin embargo, con

toda la experiencia de más de cuatro décadas en la producción de miel, asegura que

nunca había una temporada más negativa para el rubro. Es que no es primera vez

que tienen un mal año en términos de rendimiento, pero nunca habían tenido dos

temporadas consecutivas en que enfrentaran un escenario similar: solo la mitad

de la producción de un año normal.

El año pasado

tuvimos una producción que es un 50% de lo conocemos como normal. Y este año se

pegó la repetida aunque un poquitito más arriba, así que no nos alcanza. Los

bancos van a tener que  prepararse para

renegociar con muchos de los apicultores, adelanta el dirigente gremial.

¿Por qué sucede?

Julio Beltrán lo atribuye a dos razones: la sequía que ha afectado la floración

de las especies y la tala indiscriminada de quillay, principal materia prima

para que las abejas puedan elaborar miel. Antes habían más recursos naturales.

Por eso, a las abejitas se les sacaba la miel y volvían a llenar sus cajones.

Ahora, con la sobreexplotación de las especies melíferas, se le complica

reponer lo que uno les saca. Antes se podían hacer tres cosechas. Ahora es u2018lau2019

cosecha y nada más, acota.

Eso sí, han hecho

algunas acciones de mediano y largo plazo para revertir el escenario. Van en la

tercera temporada de un programa para reponer las especies mielíferas en la

zona, iniciativa que llevan a cabo con el Instituto Forestal (Infor) cuyo

principal foco es plantar quillayes y otras especies similares.

Sin embargo,

admite, contra el clima no hay nada que hacer. Esperamos que las cosas cambien

y ojalá que tengamos algunos años sean normales de aquí para adelante.

AYUDA

¿Pero qué hacer

mientras tanto?  Ahí Julio Beltrán, se

toma un tiempo, lo piensa y responde: Lo ideal sería hacer lo que se hace en

otros países, en que hay apoyos en bonificaciones porque entienden lo

importante que son las abejas, no solamente para nosotros, los productores,

sino por lo relevante en el proceso de la polinización de los frutales, más aún

acá en que nos estamos convirtiendo en una zona de productores de fruta, lo que

tiene como consecuencia la necesidad de muchas abejas. Sin embargo, así como

vamos, no nos quedará otra alternativa que solicitar ayuda, agrega.

Abunda en el tema

explicando qué tipo de ayuda pueden recibir: básicamente, tener aportes para

alimentarlas y que así puedan capear el año. Con la producción actual, las

abejas no van a tener lo suficiente para sobrevivir en la época de la invernada.

Además, ahora casi no hay flores pero las abejitas salen igual a buscar y

llegan sin nada, entonces lo que juntan las abejas es casi cero. Imagínese que

recién estamos en febrero. Viene marzo y abril en que las abejas se dedicarán

solo a comer. La consecuencia es que cuando llegue junio, julio y agosto, en

que debe usar las reservas, ya no tendrán nada porque todo se lo consumieron antes.

MIEL MÁS CARA

En medio de todas

estas complicaciones e incertidumbres, Beltrán tiene una sola gran certeza a

estas alturas de la temporada: la caída en los rendimientos de la miel tendrá como

consecuencia un alza en los precios de este producto natural.

De hecho, cuenta

que ya ahora hay mucha gente que busca miel directamente con los productores y

así no caer con los vendedores de miel falsa que se ofrece a precios ridículamente

bajos. Llegan con sus tarritos a nuestros predios a comprar porque desconfían

de la que circula por ahí. Adelanta que dicho escenario se acentuará en los

próximos meses, más aún cuando buena parte de la producción local de miel no

tiene como destino las mesas nacionales, sino que los consumidores que están a

varios miles de kilómetros (alemanes, ingleses o norteamericanos).

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