La araucaria, o Pehuén como se le denomina dentro de la comunidad mapuche, está siendo atacada por una condición que aún es investigada por científicos de Chile y todo el mundo.
Actualmente se encuentra con variados riesgos que comprometen su conservación, provocando un problema en el ámbito de la ciencia forestal chilena, considerando que este árbol es monumento nacional.
Asimismo, para la comunidad indígena mapuche, este árbol representa un espíritu supremo, de donde extraen su alimento más sagrado, por lo que este problema podría afectar profundamente su cultura y la misma subsistencia.
ARAUCARIA EN PELIGRO
Según informó El Mercurio, actualmente las araucarias están muriendo por una enfermedad que científicos de cinco universidades nacionales no han logrado determinar.
Se trata de un silencioso mal que afecta al 93% de los ejemplares y que ha cobrado la muerte de un 5% de la población total.
Ante esta situación, el departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf Biobío, explicó que aún no se tiene claridad ante la enfermedad ni el agente basal que está causando la muerte de estos ejemplares, reportó El Sur.
Los científicos nacionales están enfocados en este problema, académicos de la Universidad de Chile, de Concepción, de la Frontera, Austral y Mayor respondieron al llamado de la Conaf para coordinar esfuerzos en la búsqueda de respuestas que permitan salvar las Araucarias.
Por otro lado también se han señalado interrogantes sobre la posibilidad de que la acción de desconocidos agentes patógenos causaría este fenómeno, que incluso podría terminar con la desaparición de esta especie protegida y ha llevado a algunos a solicitar declararla en peligro de extinción.
VISIÓN MAPUCHE
Carmen Rosa Paine Tranamil es Werken (autoridad tradicional del Pueblo Mapuche) en la comunidad de Butalelbun y secretaria general de la Asociación Indígena de Alto Biobío. Esta líder Pehuenche tiene una muy espiritual y natural visión del problema de la Araucaria.
“En la nación Mapuche somos un solo pueblo, lineado por una sola mirada, que va direccionada en la unión de nuestras vidas como Pueblo originario de esta tierra”, comenzó relatando.
“Por identidad territorial nosotros representamos al Pehuen (Araucaria) y los volcanes. En ese sentido la Araucaria es un árbol muy sagrado para nuestra rogativa donde siempre se cuenta con una matita de ‘Pehuen’”.
Junto al canelo conforman la flora más sagrada del Pueblo Mapuche. De la araucaria proviene su comida sagrada, principal en la dieta mapuche. “Los piñones que da este árbol no se llegan y recogen, porque se debe rendir respeto a este alimento que debemos compartir entre todos”, explicó.
ORIGEN DEL ESPÍRITU DEL PEHUÉN
Carmen Paine contó la historia mapuche que habla de una madre que fue con su bebé de tres meses a recoger piñones de araucaria, en donde debió alejarla un momento de su vista para recolectar algunos de estos frutos.
En ese lugar, repentinamente esta guagua desaparece, quedando su madre sumida en lágrimas. En ese momento de profunda tristeza, sintió una voz que pertenecía al espíritu de su bebé perdido, la cual le dijo que dejara de llorar, que él era su hijo y además el rey del pehuén (araucaria).
Según cuenta la historia, en ese relato le asegura también que él es quien decidirá la abundancia de los frutos, advirtiéndole que si el pueblo se comportaba mal, toda la comunidad quedaría sin piñones. Asimismo aseguró que si se portaban bien entre ellos, proporcionaría el fundamental alimento.
CAUSAS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
En ese sentido, y con respecto al peligro en que se encuentran las araucarias, la Werken declaró que “las araucarias se están enfermando y se está dañando producto de un calcutuun (envenenamiento)”.
Estima que últimamente el comportamiento humano en general no ha sido el correcto, puntualizando en la acción de muchos hombres malos que han impulsado proyectos dañinos para el medio ambiente en general.
“Desde la llegada de las centrales y mini-centrales hidroeléctricas que aumentó el despojo y la usurpación. Ellos (las empresas hidroeléctricas) dividieron a su antojo y conveniencia los recursos y territorios, influyendo directamente en nuestro árbol sagrado”, señaló triste.
“Nuestra araucaria está enferma y dolida. Esta contaminación debe parar ya. Deben dejar tranquila nuestra naturaleza, sólo con un respeto profundo a las tierras mapuches esto podrá mejorarse”, aseguró.
También hizo un llamado a las Machis (jefas espirituales y medicinales) para que entren en trance y puedan escuchar quién dañó su adorado árbol, y a ese niño que se transformó en rey natural y que tiene como misión alimentarlos.
Indica que esta enfermedad del pehuén también corresponde a la persecución de la cual es víctima el Pueblo Mapuche, donde acusan matanzas y el encarcelamiento injustificado de decenas de comuneros.
La activista pehuenche indicó que son un pueblo libre el cual no se ha respetado y por el contrario se amenaza constantemente. Además comentó enfática que hace falta pensamientos más bellos en la sociedad en general.
ACTITUD Y NATURALEZA
La líder Pehuenche hizo la comparación con el trato que se ha tenido desde nuestro país hacia el gobernante boliviano, Evo Morales, el cual dice ha sido ofensivo, mientras que él es un actor de unión entre las comunidades, donde respeta por sobre todo a los seres humanos.
“Cambiar el pensamiento hacia uno más puro es la clave para que nuestra naturaleza no se manifieste catastróficamente. La madre tierra nos habla fuerte a través de los sismos, por ejemplo, comentó.
“Cuando la naturaleza se enoja, lamentablemente muere gente inocente. Hay que detener todos los daños que se han causado en el medio ambiente. Como humanidad somos muy inhumanos”.
“La tierra está viva y pide auxilio. El dios supremo está ofendido porque los recursos que el mismo plantó no se están respetando y es el propio hombre inconsciente el responsable, que cree mucho en su plata, pero que pasa a llevar lo más fundamental de nuestra existencia”, mencionó emocionada.
FUENTE DE ALIMENTO
Según sus reflexivas palabras, se está creando un desequilibrio natural donde no se está compatibilizando la armonía social con el ambiente.
“Por ejemplo cuando a nosotros, el pueblo mapuche, nos falta algo para comer, no pensamos en la plata, pensamos en recolectar frutos en momentos de hambre, como por ejemplo los piñones de la araucaria”, dijo al Diario La Tribuna.
Igualmente dijo que al momento de recoger este alimento primero ruegan y honran al árbol, ya que no pueden sacar alimento en exceso. Deben compartirlo. Sin embargo, dice que hoy en día, la codicia e inhumanidad están destruyendo nuestra tierra, la fuente de vida.