Rodrigo Bustos es el dueño del local de comida rápida “Mis antojos”, ubicado cerca de la intersección de avenida Ricardo Vicuña con Freire, la misma esquina donde los comerciantes ambulantes venden de todo lo que se pueda imaginar, incluso comida.
Bustos, llegó hasta las oficina de La Tribuna y relató, con impotencia, que deberá cerrar su negocio y que eso implica que tres familias dejarán de recibir un ingreso.
En su conversación, el dueño del local de comida rápida dijo que ellos deben pagar un permiso municipal, otro a la Seremi de Salud y además una autorización al principio de todos los trámites.
El comerciante dijo que “hemos acudido a la municipalidad para pedir la presencia de más fiscalizadores, pero no se puede, los comerciantes ambulantes que venden comida están por todos lados”.
Respecto de la higiene y salubridad de los productos que se venden en la calle a bajos precios, Rodrigo Bustos dijo que “Somos fiscalizados constantemente por la autoridad sanitaria y también por el Servicio de Impuestos Internos, nos ven la higiene del local, la higiene de nuestros trabajadores y nos revisan las boletas y facturas”, sin que alguna vez tuviéramos algún problema, siempre está todo en orden y asumimos ese costo.
El dueño de “Mis antojos” relató que le parece injusto tener una competencia desleal, que no respeta las normas sanitarias, que no paga permiso en la municipalidad y que tampoco paga los impuestos en el SII.
Por lo mismo y cansado de ellos y de lo que considera injusto, anunció que cerrará su negocio, puesto que pierde un 50% por ciento de sus ventas diarias.
Aún más extraño es ver cómo los locales de venta de comida, ubicados frente al Hospital Víctor Ríos Ruiz, conviven en medio de las pérdidas que eso les significa, con las personas que venden comida sin pagar permisos y en condiciones insalubres.
El problema de los vendedores ambulantes de comidas, se suma al que se vive en la Vega con las personas que expenden mercaderías en triciclos y se suma, a la denuncia presentada hace algunos días por La Tribuna, donde ambulantes venden frutas y verduras con pesas adulteradas.
En tanto desde la Municipalidad de Los Ángeles comprometieron una respuesta a la denuncia de Rodrigo Burgos, para esta jornada.