Andrés es un conocido empresario angelino que ha hecho su fortuna con esfuerzo y arduo trabajo.
Junto a su familia, viven en un conocido condominio ubicado camino a Antuco. Tiene una casa grande que le permite contar con ciertas comunidades que a cualquier persona le encantaría tener.
Diariamente, planifica su jornada laboral; eso sí, considerando múltiples factores que tampoco varían tanto de un día a otro.
Se levanta temprano en las mañanas, va a dejar a sus hijos al colegio y a su señora al trabajo para luego llegar al lugar donde tiene su empresa.
Su rutina es similar todos los días. Tomaba el mismo camino desde su casa al trabajo y viceversa, frecuentando las mismas calles y horarios.
Un día encontró una extraña figura en la fachada principal de su casa, causándole gran extrañeza. Comenzó a indagar en torno a ello y se percató de que la imagen correspondía a una de las tantas utilizadas por delincuentes cuando fichan una vivienda con la finalidad de robarla.
La historia de Andrés es ficticia; sin embargo, FinDe de La Tribuna buscó cuáles son estas marcas, cómo las ocuparían los antisociales y cómo operarían estos últimos para perpetrar sus delitos.
La idea, siempre, es advertir a la comunidad en torno al tema para que los residentes estén alertas y puedan evitar ser víctimas del robo de su vivienda.
Se trata, principalmente, de antisociales que realizan estudios previos en torno a la casa, de las actividades cotidianas de la familia que la habita.
Posteriormente, las marcan en base a las conclusiones obtenidas, generalmente en horario diurno y así regresar por las noches para perpetrar el delito.
Esto es, cuando la vivienda ya está marcada, cuando conocen cuáles serían sus principales características y la forma en que ellos podrían eventualmente operar para sustraer especies.
“Conforme a los antecedentes que nosotros manejamos e investigaciones que se han realizado, los antisociales acostumbran a marcar diferentes domicilios con la finalidad de regresar, posteriormente, y ver cuáles son las características que estos tienen”, relató el comisario subrogante de la Primera comisaría de Carabineros de Los Ángeles, capitán Bruno Gallardo.
El oficial explicó que, generalmente, realizan las marcas en el frontis de las viviendas; estas marcas permitirían distinguir -a modo de ejemplo- si se trata o no de un domicilio interesante para ser abordado, si es que vive una mujer sola en la casa o si existen niños y en qué horarios (por la mañana o la tarde), entre otras.
¿CÓMO SON ESTAS MARCAS?
Se tratan de determinadas imágenes que indican varias situaciones posibles en torno a una vivienda en particular.
Estas marcas pueden entregarles información a los delincuentes en esta materia. Estos datos se asocian a escenarios que pueden indicar desde que sus habitantes se encuentran de vacaciones, en el domicilio vive una mujer sola, hasta que la vivienda ya ha sido atacada o es perfecta para cometer un delito.
Normalmente, se realizan con punzones, tizas, lápices, bolígrafos o aerosol; sus dimensiones son muy pequeñas. Sin embargo, hay que estar atentos a cualquier dibujo extraño en el frontis de su casa.
¿QUÉ HACER EN CASO DE ENCONTRARSE CON UNA MARCA?
Lo primero que debe hacer es avisar de forma inmediata a Carabineros de Chile; personal va a concurrir al domicilio, se entrevistará con la persona afectada y va a verificar la situación de las marcas y si son efectivamente las que acostumbran a realizar los antisociales.
Como estamos en periodo de vacaciones, muchas casas están desalojadas por lo que si algún vecino ve alguna marca en alguno de los domicilios de sus vecinos debe llamar a Carabineros de Chile.
Si se encuentra con una de estas marcas en el frontis de su vivienda, de aviso de inmediato a Carabineros de Chile.
Personal policial se constituirá en su vivienda, tomará conocimiento del hecho y verificará si las marcas son efectivamente las que realizan los antisociales.
RECOMENDACIONES
Los delincuentes actuales son personas que estudian mucho las casas antes de pensar en la idea de ingresar a robarla.
El que las familias implementen la misma rutina todos los días, en todas sus actividades diarias, podría ser considerado por el antisocial al momento de cometer el delito.
En torno a ello, los antisociales también “van fichando las características de los domicilios, la cantidad de habitantes que residen en ellos o si no hay habitantes”, expresó Gallardo.
Por ello, resultaría importante cambiar un poco la rutina diaria para, así, distraer a quienes intentan fichar su casa para robarla.
En época estival, muchas viviendas estarán solas por varios días.
En este sentido, resulta conveniente que los dueños de casa se coordinen con algún vecino para que estos puedan ingresar a su casa, para que saquen la correspondencia y que rieguen el pasto.
Son pequeños actos que bien pueden resultar imprescindibles para que evitar que sea víctima de un delito ya que dará pie para que el antisocial piense que su casa se encuentra habitado.
La idea siempre es adoptar medidas que le permitan resguardar sus bienes y evitar que pierda -de un minuto para otro- lo que con tanto esfuerzo ha ido adquiriendo con el paso del tiempo.