Ya no es un misterio para nadie que la educación está siendo parte de uno de los principales cambios en su historia, no sólo es un hito. Es por eso que, para sociabilizar cada uno de los temas que se vinculan a estos procesos, es que Rodrigo Roco, asesor del gabinete de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, y tiene como responsabilidad de ser secretario ejecutivo del proyecto de ley de Nueva Educación Pública.
Conversó con La Tribuna por más de 40 minutos, en los que se refirió a varios factores que intervienen en el desarrollo de la Reforma Educacional, particularmente su proyecto, que representa al tercero de una serie de 16 en total, en la que se materializará de forma progresiva en la medida en que obtenga su aprobación.
“Esta vendría a ser, de las leyes grandes, porque hay 16 o más iniciativas legislativas al calor de la reforma, esta vendría a ser la tercera ley que tiene que ver con la educación escolar, y dentro de la reforma sería una de las cuatro más importantes. Lo que comúnmente la gente ha llamado desmunicipalización, pero es mucho más que eso. En realidad son muchos otros desafíos que están en esta propuesta”, comentó.
Para él, los principales desafíos son “construir un sistema, que no lo hay. Tenemos 345 sostenedores, dispersos por el territorio, cada uno hace lo que puede, lo que quiere, o marca énfasis que más le interesa. No hay garantía de continuidad, cambian criterios, y hoy los alcaldes toman decisiones críticas en educación, cambian directores, cierre o apertura de escuelas, políticas de desarrollo de asistentes”.
Hay excesiva contaminación del ciclo político en las decisiones educacionales, según manifestó, y esto tiene que ver con la falta de especialización, que no permite llevar equidad a todo el territorio. Son muy pocos los municipios que pueden constituir equipos para ir en ayuda y acompañamiento de lo que necesitan las escuelas para potenciarse.
“Lo que tienen los países desarrollados son sistemas intermedios, para que las escuelas se potencien. Porque justamente están preocupados de elegir a los mejores directores, políticas de contratación que tengan que ver con la calidad de educación y no con otras cosas. La realidad particular de Los Ángeles no la conozco en detalle, pero en primer lugar decir algo positivo (en torno al cambio de directores), por efectos de la Ley 20.501 el país tomó la decisión de renovar directores escolares, y pasar a la alta administración pública. Ese es un paso gigantesco, porque durante años tuvimos directores vitalicios”, explicó.
Asimismo, que el propio Servicio Civil, que está a cargo del proceso, detectó dos problemas: baja especialización del sistema, copiando sistema de desempeño de un establecimiento a otro. “Curiosamente se dice que la municipalización nos da descentralización de la educación, pero no es así, porque no hay capacidades”, dijo.
Los convenios no son pertinentes, y se copian de un lado a otro sin mayor reflexión, y lo segundo, es que hay una tendencia a una opacidad, porque las decisiones no se ajustan a criterios 100% educacionales, pero lo toma como una visión general del problema. Quiso destacar que estos procesos de concurso le han hecho bien al sistema educacional.
¿DESAPARECEN LOS DAEM?
Para llegar a concluir que los DAEM de todos los municipios desaparecen, no hay que ser tan literales, aunque Roco así lo confirmó, sólo se necesita entender cada uno de los conceptos que entregó.
“Primero hay que constituir un sistema con coherencia nacional, pero con gestión territorial. Esas necesidades del territorio hay que verla en un tamaño mayor que una sola comuna, solamente por un tema de tamaño, no por voluntad de los alcaldes. Lo que propone el proyecto de ley en segunda instancia es avanzar a un cambio crítico, primera vez en Chile, que es fusionar en la estructura de administración educacional lo técnico pedagógico con lo administrativo. Algo clave”, repasó.
El dijo que esta no es una ley contra las escuelas, sino que es un sistema para los establecimientos, aunque no existen en el territorio por sí solos, hay que asegurar condiciones. “Si no le pagas el agua, o cotizaciones previsionales a la gente que trabaja ahí, difícilmente podríamos hablar de condiciones mínimas de calidad. Vista desde una perspectiva de mejora continua. Ahora bien, sí, el municipio deja de ser el sostenedor. Deja de tomar decisiones críticas de las que hemos hablado, y se le reasigna un nuevo lugar, un rol. Ese rol es ser parte de un consejo local, más un consejo ciudadano, no de expertos, porque se espera que los expertos estén en los colegios. Esto le dará una estructura organizativa, que hoy no tienen una orientación profesional educacional, no es que todo el mundo deba ser profesional, pero el sistema tiene un funcionamiento ajustado, eso está en Salud, con todos los defectos que le encuentres, con personas que saben lo que deben hacer. Eso, en educación, aún no lo tenemos”, reflexionó y cerró el secretario ejecutivo de la Nueva Educación Pública, Rodrigo Roco.