Chile se posiciona en el quinto lugar de los países más contaminados del continente, según el informe anual de la empresa suiza IQAir, publicado este martes. Dicho estudio, que mide la calidad del aire y los niveles de partículas finas (PM 2,5), sitúa al país en una preocupante clasificación, reflejando la grave situación ambiental que afecta a diversas ciudades del país.
De acuerdo al análisis realizado en 138 países y territorios, solo las capitales de 12 de estos países presentan niveles de contaminación dentro de los márgenes recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos países, todos insulares, incluyen a Nueva Zelanda, Australia, Islandia y algunas islas del Caribe y la Polinesia, con la excepción de Estonia.
A nivel mundial, la contaminación del aire sigue siendo el segundo mayor factor de riesgo de muerte, solo detrás de la malnutrición, especialmente entre los niños menores de cinco años, cuyas condiciones respiratorias y desarrollo general se ven gravemente afectados por la mala calidad del aire.
En la región, las principales fuentes de contaminación son la deforestación, los incendios forestales, las emisiones de vehículos y las industrias extractivas, factores que se ven agravados por los efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas.
En cuanto a Chile, la situación es preocupante, ya que ocupa el puesto 62 a nivel mundial en términos de concentración de partículas finas, superado solo por Guatemala, México, El Salvador y Perú en América Latina.
Entre las ciudades de América Latina, Santiago de Chile ocupa el puesto 51, mostrando una clara preocupación sobre la calidad del aire en la capital. Le siguen de cerca Ciudad de México (40), Ciudad de Guatemala (41), Lima (43) y San Salvador (52). La situación en estas urbes refleja la urgencia de abordar el problema de la contaminación del aire, que continúa afectando la salud y el bienestar de millones de personas en toda la región.
Con estos resultados, el informe de IQAir llama a los gobiernos y organismos internacionales a tomar medidas más efectivas para mitigar la contaminación del aire y proteger la salud pública, especialmente en áreas urbanas y en países en desarrollo, donde el impacto de la contaminación es cada vez más evidente.
