Patrimonio ferroviario

Demasiado tiempo ha pasado para que se haga un esfuerzo genuino y resuelto que permita poner en valor a uno de los recintos patrimoniales más importantes de nuestra provincia de Biobío: el complejo ferroviario de San Rosendo.

Es que hace décadas que ese espacio alberga a varias locomotoras y vagones, los mismos que antes estuvieron repletos de pasajeros que se dirigían a quizás qué destinos, pero que ahora permanecen quietos y silentes, cubiertos de óxido y de olvido.

En el conjunto destaca la impresionante casa de máquina y su tornamesa que son la mejor demostración de cuán importante llegó a ser la estación de San Rosendo en la trama ferroviaria.

Fue hace justo 150 años cuando se comenzó a escribir su historia gracias a la puesta en marcha de la estación de trenes (1873) que articulaba a las máquinas que llegaban del norte o del sur y que empalmaban con Concepción.

Durante décadas, la localidad fue el epicentro de una actividad con decenas de trenes entrando y saliendo a diario, con un marasmo de cientos de personas copando sus calles e instalaciones, con miles de toneladas de productos de todo tipo.

A tanto llegó su fama que Isidora Aguirre, una de las compositoras más importantes del país, situó en esa localidad el origen de uno de sus personajes más entrañables: la Carmela de la comedia musical La Pérgola de las Flores.

Sin embargo, en el centenario de la estación de trenes, comenzó un sostenido declive que le hizo menguar su importancia hasta reducirla a unas pocas salidas al día desde y hacia Concepción.

Justo en el sesquicentenario, ese tiempo de olvido y óxido comenzará a quedar atrás con un hito que ocurrirá este viernes: ese día se entregará el expediente al Consejo de Monumentos Nacionales a fin de que el referido recinto ferroviario tenga esa protección legal.

Dicho expediente fue elaborado por la fundación ProCultura con financiamiento del Gobierno Regional y aportes del municipio sanrosendino, para la recuperación de espacios patrimoniales en el territorio.

Se trata, en suma, que el complejo ferroviario tenga un estatus de resguardo patrimonial y que, sobre esa premisa, se actúe en consecuencia, propiciando un plan para su recuperación y puesta en valor. Todo aquello irá de la mano de los vecinos de esa comuna, representados por sus autoridades locales, de tal manera que se recupere como un elemento identitario de San Rosendo.

De paso, puede convertirse en un notable punto de interés turístico que sea reflejo de un medio de transporte que tuvo la gran virtud de unir, comunicar y consolidar a un país que estaba recién en su etapa de formación y que tuvo en San Rosendo a uno de sus puntos más emblemáticos y representativos.