Infancia

No hay duda alguna que los últimos años han sido de gran inestabilidad en el mundo y, particularmente, en Chile a consecuencia de la incertidumbre ocasionada por el estallido social y la emergencia sanitaria por el covid-19 que ya lleva más de dos años desde aquellos primeros contagios registrados en el país.

A lo anterior se suma un creciente clima de polarización, violencia y descalificación que se observa a nivel cotidiano y también en las redes sociales.

Ciertamente que los niños, niñas y adolescentes no están ajenos a este ambiente especialmente belicoso. Es más, ellos suelen ser mudos observadores o receptores de las preocupaciones de las personas adultas.

El asunto no es menor. De acuerdo a los especialistas, la infancia es una etapa en donde los niños, de manera fundamental, deben aprender a confiar en el mundo y en los demás para así ser capaces de desarrollar todas sus habilidades y potencialidades. Para lograr esto, los adultos, especialmente los padres, las figuras de apego, deben garantizarles la seguridad y protección.

En este contento de permanentes influencias del mundo externo, deben mediar para transmitir estabilidad como una manera de frenar la incertidumbre.

Para esto, María Teresa Walker, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes, pone acento en mantener las rutinas que hagan predecible su cotidianidad, explicar de manera tranquila las preguntas que ellos tengan acerca del presente y del futuro; y principalmente, dar el ejemplo de mantener la calma, frente a escenarios inesperados o adversos.

Según la expertas, al ayudarles a expresar con lenguaje emocional lo que sienten, valida sus sentimientos y los motiva a expresarlos de manera adecuada, lo cual redundará en mantener su salud mental en el presente, y a futuro los dotará de competencias socioemocionales para construir una sociedad más pacífica y empática.

No se pueden invisibilizar las necesidades afectivas de los niños, por lo que es fundamental el rol de los padres o tutores legales en ser garantes de la salud mental de sus hijos, materia en la cual se está aún muy al debe desde el punto de vista de las políticas públicas.

Aunque está materia se ha planteado como prioritaria en el actual gobierno, hasta ahora nada se ha conocido acerca de un trabajo ordenado y sistemático para abordar la salud mental de la población, especialmente de la infancia.

Las políticas públicas, los medios de comunicación social y los diversos agentes socializadores también cumplen un rol: ayudar a los padres a empoderarse de su rol, facilitando las condiciones para que sean las personas que trasmitan seguridad y confianza a los niños.

De esta manera, se propiciarán instrumentos y herramientas que sean eficaces para ayudar a las nuevas generaciones a tener certezas en sociedades que, tal cual como se observan a futuro, estarán tan pletóricas de incertidumbres e incertezas.