Editorial

La ciencia desde la primera infancia en Biobío

Desde el año 2016, que cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para promover el acceso, el empoderamiento y la participación plena y equitativa de las mujeres y las niñas en la ciencia.

Según las cifras, de los cien mil estudiantes que ingresan a la educación superior, más del 50% son mujeres, pero sólo un 2% estudia una carrera del área de las ciencias, según comentaba la astrofísica, Paulina Assmann, seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro Sur -que incorpora a las regiones de O´Higgins, Maule, Ñuble y Biobío.

Actualmente en la región del Biobío se trabaja en la ruta que definirá la llamada agenda de género en ciencias, definiéndose las primeras directrices para potenciar la participación de niñas y mujeres. Luego del diagnóstico, vendrán nuevas etapas con acciones de trabajo a largo aliento que buscan disminuir las brechas desde la primera infancia, que por generaciones se vieron marcadas desde lo cotidiano en el hogar al estudio o al trabajo.

Este 2021, seguirá marcado por la crisis sanitaria producto del Covid-19 y sin duda, el trabajo de los equipos de investigación - muchos de los cuales están integrados por mujeres- será crucial, siendo este día, un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología y que su participación debe fortalecerse.

En su último mensaje, u2014 Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, señaló para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI -desde el cambio climático hasta los trastornos tecnológicos- nos hace falta la ciencia y toda la energía necesaria y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de los miles de mujeres que son víctimas de desigualdades o prejuicios tan arraigados.

En la región del Biobío se trabaja en investigación y tecnología, con avances reconocidos a nivel nacional e internacional, siendo necesario potenciar la participación de mujeres y niñas en el área de las ciencias.

Sin duda que el fomento de la ciencia y de la necesaria inclusión femenina es uno de los mayores desafíos que se enfrenta como sociedad. Porque no se trata solo de contar con más financiamiento para la investigación científica (que en Chile es uno de los más bajo dentro de los países miembros de la OCDE), sino que de hacerla inclusiva, con distintas miradas y perspectivas. Que sea capaz de romper, de una buena vez y para siempre, todos aquellos mitos y tabúes que se fueron acuñando en siglos y siglos de machismo que campearon sin contrapeso alguno y que relegaron a la mujer al cuidado de los hijos y a las labores del hogar.

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