Cuando falla el criterio y la empatía

Un estricto plan de acción fue implementado desde el Gobierno para el fin de Semana Santa, con el objetivo de resguardar la salud de las personas y evitar que la ciudadanía descuidara las ampliamente difundidas medidas de prevención del COVID-19, enfermedad en pleno desarrollo y alza en el país.

Cordones sanitarios, imposibilidades de desplazamientos, y una campaña comunicacional pocas veces vista con el llamado a quedarse en casa durante los tres días de feriado, fueron parte de las medidas adoptadas, acompañadas por cierto de la información de las respectivas sanciones y multas.

Un llamado que no solo unió a autoridades, sino también a la sociedad civil, gremios, personajes del espectáculo local, entre muchos otros. 

No obstante, pese a todos los esfuerzos desplegados, el mensaje sigue sin ser asimilado por una parte de la población, que carente de total criterio y empatía, desconoce las recomendaciones y lo que ellas implican, poniendo en riesgo no solo su salud, sino también la de quienes les rodean.

Vimos sorprendidos cómo el pasado jueves en la tarde y viernes en la mañana, los automovilistas hacían largas filas en los peajes para salir de la región Metropolitana. Otros, de sectores más adinerados, hicieron lo propio, pero por aire.

También, quedamos impactados de ver cómo no solo en los sectores cercanos al mar, sino también en nuestra propia capital provincial, cientos de personas colmaron los terminales pesqueros para comprar productos del mar, como si fuera esta la única alternativa de alimento. Recordemos, para los creyentes, que ante el ayuno de carne, no es obligatorio ingerir mariscos, pues hay alternativas.

Claramente, ningún esfuerzo del Estado será certero si la población no se resguarda. Así ocurrió en Italia y España, tras las primeras semanas de contagio, y hoy lamentan miles de muertos y cifras desmedidas de contagiados.

Es de esperar que pasados los 14 días desde este fin de semana, nuestra situación país no sea la misma que en los países europeos, por el bien de todos.  Pero como ha versado por las redes sociales, si fuese así, y los sistemas de salud no dan abasto, la mayor responsabilidad no será de las autoridades, sino suya que, pese a las recomendaciones, insiste en exponerse y exponer a quienes lo rodean.

Hoy más que nunca el llamado es a tomar conciencia y ser solidario, porque esta pandemia requiere de TODOS.