El periodismo y su gran giro histórico

Juan Villalobos

En el siglo pasado, el ejercicio periodístico vivió su edad dorada aproximadamente en el año 1850. En aquel entonces, el principal recurso editorial para atraer al lector era narrar los hechos noticiosos de la manera más literaria y cercana posible. No importaba si era un homicidio o acontecimiento de trascendencia histórica como la Primera Guerra Mundial o el asesinato de John F. Kennedy. La finalidad de cada artículo publicado era lograr la mayor cantidad de ventas posibles.

¿Era un negocio exitoso? ¡Claro que lo era! Y es que medios de comunicación como los periódicos The New York Times y The Washington Post, así como la revista Time, se consolidaron como los grandes colosos de la prensa escrita gracias a los máximos históricos de ventas que lograron sin tener que competir informativamente con la televisión ni, evidentemente para la época, con el Internet.

En esta denominada época dorada de la prensa escrita, el periodista era considerado un actor social, imprescindible e incuestionable, respecto a la información entregada hacia la opinión pública, ya que la labor de reporteo y el trabajo codo a codo con la máquina de escribir era, exclusivamente, ejercido por los profesionales de la comunicación.

Sin embargo, desde que inició el siglo XXI, el escenario periodístico sufrió un vuelco radical.

El avance de las nuevas tecnologías se impuso con fuerza y se propagó gracias a la globalización, lo que no solo cambió la forma de hacer periodismo en Estados Unidos, sino que también en el resto del mundo, ya que cualquier persona con una cámara portátil o un teléfono pudo informar libremente desde su trinchera.

Chile no escapa a ello, ya que en los últimos años, la tecnología llegó a competir con el periodismo tradicional, con un estilo de prensa que vino para quedarse y en el que los profesionales de las comunicaciones debieron adaptarse al gigante Internet y a la utilización de las redes sociales como principal arma comunicativa.

Este hecho se ve claramente reflejada en la realidad de muchos periódicos históricos del país, como lo son El Mercurio o Las Últimas Noticias. Existió una reducción de personal progresiva que los medios tuvieron que hacer ante la baja sustancial en la caída de sus ventas. Ante esta situación, el camino obligado a tomar es el de la digitalización y la capacidad de reinventase para sobrevivir. Y poder sobrevivir al fantasma que acompaña a la prensa durante el último siglo. Sobrevivir en el tiempo.

¿Pero qué pasa en Chile? Pasa que los grandes periódicos, al igual que los de Estados Unidos, redujeron su personal para enfrentar la crisis financiera ante la brutal caída de sus ventas. Ante ello, la mayoría de estos medios de comunicación optaron por seguir el camino de la digitalización para poder reinventarse y sobrevivir.