Financiamiento de grupos extremistas en la región

Sorprendieron el fin

de semana las declaraciones del ministro del Interior, Andrés Chadwick, sobre

el financiamiento que estarían recibiendo grupos violentistas que se dedican a

sembrar el terror con ataques dirigidos a objetivos específicos, como por

ejemplo los conocidos la semana pasada en una Comisaría de Huechuraba o el

paquete bomba enviado al exministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Según el

actual titular de la cartera, estos grupos tendrían apoyo desde el extranjero.

Afirmación muy grave

de ser cierta. Lo que no se entiende es por qué la elección de un medio de

comunicación para hacerla pública si se trata de un tema tan sensible de

seguridad nacional. Es de esperar que su socialización no afecte a la

investigación que se lleva a cabo para llegar a semejante descubrimiento, como

también es esperable que no se trate solamente de una medida política para

preparar el ambiente para la votación de la ley que le entrega más facultades

de la policía para investigar los delitos catalogados como terroristas.

Lo que más

sorprendió, en todo caso, fue el respaldo a las palabras de Chadwick por parte

de la senadora Jacqueline van Rysselberghe, quien hablando del tema dijo que no

tener dudas de la existencia de elementos extranjeros en las filas de esos

grupos. Sin ir más lejos, aseguró que los vecinos de Cañete y Contulmo saben

quiénes son. Más tarde aseguró que es sabido por todos.

Se trata de otra

afirmación grave y que debería denunciarse e investigarse a la brevedad. De

existir se debería aplicar la ley lo más rápidamente posible, mientras que si

se trata de palabras al voleo tocaría hacer un llamado a la mesura en las

declaraciones políticas, sobre todo cuando se tiene conciencia del efecto que

tienen en los electores.