Lecciones del eclipse

El Planetario de Santiago fue

uno de los puntos de encuentro de la gran fiesta ciudadana inclusiva para

disfrutar del eclipse total de sol. En la jornada los visitantes pudieron

participar de charlas, música en vivo y actividades vinculadas a este fenómeno

de la naturaleza. En La Serena, en tanto, el estadio La Portada fue el

escenario para el acto más masivo organizado por el fenómeno. Allí, unas diez

mil personas se reunieron para escuchar una charla magistral del astrónomo José

Maza y luego para mirar el eclipse acompañados con música de fondo de la

Orquesta de la Universidad de Chile. Sin duda dos actividades, entre muchas

otras, que dieron realce a un evento que la naturaleza tiene reservado para

pocas ocasiones.

En Biobío, en cambio, la

efervescencia no fue tanta. Quizás la previsión del clima ayudó que sólo pocos

confiaran en que podría ser visible en esta parte del país. Por eso mismo, tal

vez, la zona careció de grandes actividades para presenciar el fenómeno. Ni

siquiera el comercio, área que históricamente ha tenido olfato para captar

rápidamente el sentir del público general, se plegó al fenómeno y fue muy

difícil encontrar en Los Ángeles, por ejemplo, lentes especiales para ver el

eclipse.

La ocasión, sin embargo, deja

enseñanzas para la próxima vez, que será en diciembre de 2020, esta vez en el

sur de Chile. Es vital motivar a niños y niñas con la importancia del evento y

a la comunidad en general con actividades que ayuden a acercar la ciencia a los

hogares. En esa oportunidad, las autoridades locales tienen la oportunidad de,

por qué no, tener un estadio lleno de gente o un concierto de cámara en las

calles de la ciudad. Que el eclipse sea únicamente la excusa para acercar lo

que en la mayoría de las veces está alejado del público.