La reforma a las pensiones

El día de ayer se revelaron los resultados de la Encuesta Cadem, la cual además de presentar los tradicionales datos de aprobación y rechazo de las autoridades, mostró que el 61% de los chilenos, está de acuerdo con la reforma al sistema de pensiones que anunció el Presidente Sebastián Piñera.

Es más, sólo el 14% la consideró mala o muy mala.

Ahora bien, la esperanza sobre la dignidad de los jubilados no es algo que sólo quede en las cifras, pues el 55% piensa que esto efectivamente subirá las pensiones.

Las dudas entran nuevamente con los planteamientos esquivos del ministro de Hacienda y de las propias administradoras de fondos, acerca de las nuevas comisiones que deberían desembolsar las personas en la nueva cotización. Este es un tema, que se ha tocado muy suavemente y tiene cara de letra chica. Ojo ahí.

Sin embargo, la acción es quizás una de las más esperadas a nivel estatal desde que estalló el movimiento social en contra de las AFP, que pese a ser una de las mejores administradoras a nivel mundial, no reflejan esto en los montos que reciben millones de pensionados.

Para mejorar las pensiones, hay que dejar en claro, que no sólo se requiere una mayor cotización. El 50% de los chilenos gana menos de $379.663, lo que además de ser indigno, es preocupante, ya que una cotización en base a este sueldo, se traduce en una vejez miserable. Es así.

Por otro lado, no se puede dejar de lado la preocupación de los empresarios, quienes han alertado sobre la pérdida de puestos de trabajo que se podrían generar al poner en marcha este plan. Claro, algunas grandes empresas no quieren dejar de percibir parte de sus utilidades en beneficio de los colaboradores que la levantan. Quizás con un poco más de compromiso, del mismo que ha solicitado el Presidente e incluso la anterior mandataria, podamos mejorar entre todos este verdadero problema social.

La ciudadanía chilena que ha trabajado y cotizado durante años, no puede vivir en la indignidad ni la miseria. Los adultos mayores requieren de un mejor trato, que debe abordarse desde que son jóvenes en el mundo del trabajo. El mundo político debe conducir sus acciones en este bienestar de la población y el empresariado, también tiene que ser más constructivo. Chile se hace entre todos.