La seguridad es para muchos algo que pasa a ser una de las prioridades en cuanto a tema país.
Los noticieros hacen eco constante de los distintos hechos que acontecen a nivel país en esta materia, por lo mismo últimamente la población ha estado alerta de ello e incluso el propio Presidente durante su campaña lo puso como algo prioritario.
Si bien, las estadísticas muestran que la gente se siente insegura y que busca apoyo del sector político, lo cierto es que los índices de delictuales no han aumentado, lo que genera extrañeza en cuanto al fenómeno.
Pero más allá de eso, el gobierno ha generado planes para este caso –hay que darle a la gente lo que pide- y uno de los que definitivamente más polémica ha causado es el llamado “Comando Jungla”.
Ante los ataques incendiarios que han afectado a Alto Biobío, La Araucanía y Los Ríos, se tomaron medidas drásticas y en Temuco, el Presidente, el pasado jueves, presentó una nueva fuerza especial de Carabineros para combatir lo que ha sido calificado como terrorismo en La Araucanía.
Así, con uniformados entrenados en Estados Unidos y Colombia pretenden frenar la ola de atentados en la zona centro y sur del país.
El mensaje parece ser algo confuso y es que si bien, por un lado desde el gobierno llaman constantemente al diálogo, por otro se arman de forma importante, comparando estos hechos con los ocurridos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)… extraño por decir lo menos.
La pregunta es ¿el fuego se combate con más fuego? ¿La violencia es realmente la solución al problema?
Aparentemente el fuerte gasto en esto -porque es un gasto, no una inversión- va por otro sentido y definitivamente el mal manejo comunicacional dentro del actual gobierno podría pasar la cuenta y es que muy probablemente no era necesario llegar a esto y mucho menos afrontar la situación de esta manera.
Las respuestas se darán con el tiempo, pero preliminarmente todo parece indicar que el mensaje dista bastante de lo que se hace.