Alianzas público-privadas como eje del desarrollo

El Estado, constantemente intenta mejorar las condiciones de vida de todos los chilenos con recursos propios.

Es evidente que los dineros con los que cuenta cada gobierno, no son precisamente ilimitados, por lo mismo, son siempre bienvenidas las ayudas.

Así, las empresas en un afán también de aportar a la comunidad se suman a distintos programas que de una u otra forma aportan a los millones de chilenos.

Uno de los ejemplos más latentes, dice relación con lo ocurrido con la Escuela Callaqui, en la comuna de Alto Biobío, donde hace unos días se quemó el recinto educacional dejando a cientos de alumnos sin un lugar donde estudiar, por lo que de momento los mantiene en vacaciones adelantadas, hasta que las autoridades puedan brindarles otro lugar para continuar sus estudios.

Pero más allá de eso, existió un gesto que llegó desde el primer minuto y que hace unos días confirmó la propia gobernadora María Teresa Browne que la ONG Desafío Levantemos Chile se hará cargo de la reconstrucción de la escuela permanente. Si bien, se trata de una ONG, además serán empresas locales quienes ayudarán a instalar un recinto provisorio.

Esto demuestra la importancia que tiene este tipo de relaciones y es que es poco probable que hubiese podido haber alguna solución a corto plazo y todo se ha debido, en este caso a la ayuda de ONGs y empresas.

Este, no es el primero, ni tampoco será el último caso y es que más allá de los gobiernos, el Estado en líneas generales, ha estado tomando este tipo de acuerdos cuando se les aparece en el horizonte y es que definitivamente a estas alturas cualquier tipo de ayuda es importante y más cuando va en ayuda de los niños y de una comuna tan necesitada como lo es Alto Biobío.

La enseñanza es casi obvia, la unión entre el sector privado y público –siempre con moderación- va a ir en ayuda al desarrollo del país.