La Cuenta Pública de Piñera

Difícilmente la cuenta pública dada ayer viernes por el Presidente Piñera puede considerarse como tal, tomando en cuenta que el nuevo gobierno asumió hace poco menos de tres meses.

Más bien debería hablarse de una revisión a la gestión realizada en el último año de gobierno por la Presidenta Bachelet, acerca de la cual se refirió en términos muy críticos el actual mandatario durante su presentación.

Y cómo no, entendiendo que estamos hablando de administraciones de signo político distinto, era la oportunidad de Piñera para volver a cuestionar lo realizado por la ex mandataria y, de paso, aprovechar de reforzar su nuevo programa de gobierno, con el cual ganó las pasadas elecciones.

Por ende, deberíamos concluir que lo rendido por el Presidente, aparte de haber sido un repaso de lo realizado por el Estado en el último periodo en materia de inversiones y políticas públicas, fue también una proyección de lo que él pretende construir en su segunda administración.

En mi opinión, Piñera abordó temas que en estos momentos reportan una sensibilidad especial en la población como es la protección de menores, la inmigración, reformas al sistema de pensiones y al ámbito de la salud, la modernización del transporte público y el acceso a una educación de mejor calidad, entre otras materias.

Todos asuntos que por cierto concitan apoyo entre la ciudadanía, sin embargo, y pese a que también hizo anuncios que apuntan a favorecer más a las regiones, como es el traspaso de mayores facultades a los gobiernos locales, considero que faltaron propuestas dirigidas a fortalecer las potencialidades de desarrollo que cada región presenta, de acuerdo a las características propias de cada una.

Pienso que, en general, todos los presidentes del último tiempo han fallado en esto, y lo relaciono con un asunto que en mi opinión sigue siendo la clave para que Chile pueda alcanzar un desarrollo más armonioso a lo largo y ancho de todo su territorio, me refiero a la anhelada descentralización.

Esperemos que este gobierno asuma una actitud más decidida a apoyar las fortalezas que cada región posee, para beneficio de los más de 11 millones de chilenos que no vivimos en Santiago.