Editorial

El nuevo gabinete de Piñera

Dando oportunidad a la juventud, que no viene contaminada por las diferencias de los líderes del pasado, perfectamente se podría apostar por unificar al bloque de Chile Vamos e iniciar una nueva etapa. Si se sigue con las viejas rencillas, la historia negra de ese sector, posiblemente se les repita en cuatro años más.

Ayer, en la sede del ex Congreso nacional, el presidente electo Sebastián Piñera presentó al gabinete de ministros que lo acompañarán a partir del 11 de marzo.

Hace unos días, el mandatario indicó que su equipo sería “una combinación, un complemento, entre la experiencia y la renovación. Y esa va a ser la regla que va a guiar a nuestro próximo equipo de gobierno”. Lo que se vio en los nombramientos, no tiene mucho de aquello. Pero, en cuanto al ordenamiento, los partidos parecen conformes.

Hay que indicar sí, que sólo cuatro integrantes del equipo provienen desde regiones y sólo un ministro tendrá menos de 40 años cuando se inicie su mandato, lo que evidencia que aquella promesa de la renovación, quedó bastante ausente en los nombres a nivel nacional.

Si a este tema se le da una bajada provincial, lo cierto es que los partidos del futuro oficialismo, deben hacer un mea culpa, ya que la cuna de liderazgos nuevos no ha sido un eje de trabajo en la centro derecha. Más bien, son siempre los mismos y los herederos de una familia política quienes parecieran tener la verdadera oportunidad de ejercer los cargos de confianza. Es más, son muy pocos los nombres que suenan del sub 40 en la provincia.

Hoy la centro derecha, con la amplia votación que obtuvo en las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros tiene una oportunidad que deben saber aprovechar.

Si uno analiza en materia de la decisión popular, la ciudadanía optó y confió en un diputado nuevo y joven como Cristóbal Urruticoechea, dando una clara señal de querer una renovación y esta demostración se debe reflejar al momento de confiar en nuevas caras.

El gran problema de la derecha actual es su división entre partidos. RN y la UDI mantienen diferencias que los distancian demasiado e incluso al interior de cada partido, existen sub bloques.

Por lo tanto, dando oportunidad a la juventud, que no viene contaminada por las diferencias de los líderes del pasado, perfectamente se podría apostar por unificar al bloque de Chile Vamos e iniciar una nueva etapa. Si se sigue con las viejas rencillas, la historia negra de ese sector, posiblemente se les repita en cuatro años más.

Lo mejor que puede haber es que se apueste por personas que sean de consenso que aquellos que insistirán en una división partidista y no en apoyar al bloque completo.

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