Sin lugar a dudas el 20 de enero es una fecha que revoluciona no sólo a la provincia de Biobío, sino que también a los fieles católicos a nivel país.
La festividad de San Sebastián es algo que no pasa inadvertido para nadie, porque es uno de los santos que más feligreses congrega, por lo mismo es que Yumbel y la zona entera se revoluciona con ello.
La cantidad de visitantes aumenta de forma considerable, los tacos son interminables y el turismo, prácticamente por única vez en el año acompaña a dicha comuna.
Pero esta vez, el panorama es un tanto distinto para la iglesia y es que la visita del Papa Francisco a Chile dejó muchas críticas.
Las desafortunadas declaraciones del Sumo Pontífice definitivamente terminaron por lapidar una visita que fue todo lo contrario de lo que se buscaba.
Si bien se dio un buen inicio, donde el Papa incluso pidió perdón por los abusos de hombres de la iglesia, luego se contradijo respaldando a Juan Barros, obispo que habría encubierto los actos de Karadima.
Todo lo anterior, recalca que, definitivamente no se dio lo esperado. ¿Mal manejo comunicacional? Muchos coinciden en que probablemente sí. Y es que omitir el tema podría haber sido mucho más sencillo y menos molesto para los críticos de la iglesia en ese sentido.
Si bien, por ello, la iglesia no llega en un buen pie a San Sebastián, lo cierto es que los fieles continuarán venerando a sus santos. Esta festividad es evidentemente parte de la visita del Papa a tierras chilenas. ¿Habrá un cambio en el número de asistentes a Yumbel?
Sin lugar a dudas esta es la posibilidad de que la iglesia reencante a aquellos cristianos que se sintieron incómodos por la polémica durante la semana y donde más allá de la importancia de la visita y los mensajes de Francisco I, el obispo Barros terminó siendo el centro de atención, incluso para la prensa trasandina.
Por lo mismo, San Sebastián parece ser la ocasión perfecta para estrechar los lazos luego de las polémicas.
Sebastián Díaz Sandoval.
Periodista Diario La Tribuna